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Un tiroteo doble el viernes, primero en Barreda y luego en Campuzano, una joven herida alcanzada por una bala -ya está fuera de peligro- y llamadas de los vecinos a las fuerzas de seguridad alertando sobre posibles tiroteos en la ciudad. Ese es ... el balance que ha dejado el último fin de semana y que ha hecho saltar las alarmas en Torrelavega. Todo apenas cuatro meses después de otra refriega con armas entre familias, en el Barrio Covadonga; o tres, desde la operación antidroga que la Guardia Civil protagonizó en esta misma zona de la ciudad. La última secuencia de sucesos y enfrentamientos violentos entre algunos clanes, «familias conocidas» para los agentes que trabajan en la capital del Besaya, ha disparado la preocupación y la sensación de inseguridad entre vecinos y las asociaciones del municipio.
Lo más grave Un tiroteo en Campuzano, acabó con una joven de 19 años herida de bala, que ya está fuera de peligro
Aún en marcha La Policía Nacional y Local conforman un dispositivo especial desde el viernes para blindar la seguridad
Investigación Un conflicto entre familias «conocidas» de la ciudad, tras la causa de los sucesos de las últimas horas
Hasta el Ayuntamiento de Torrelavega admite su inquietud alrededor de este tema y ha endurecido su discurso, exigiendo «un mayor esfuerzo» a las fuerzas de seguridad para garantizar la tranquilidad en las calles. Estas, con la Policía Nacional a la cabeza -y en colaboración con agentes locales-, protagonizan desde el viernes pasado un dispositivo especial en colaboración, reforzando las patrullas en algunos de los considerados 'puntos negros'. Ayer, la presencia de efectivos llamó la atención de muchos vecinos en Barreda, primer y último foco de atención en el marco de este operativo policial.
Fue aquí donde empezó todo el viernes por la tarde, con un intercambio de disparos que luego pasó a Campuzano; y también donde terminó este fin de semana, con otros disparos que, presuntamente y según fue alertada la Policía Nacional, ocurrieron en el barrio El Salvador. Fueron «cuatro detonaciones» las que les fueron notificadas a los agentes del Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control (Cimacc), que movilizaron a efectivos hasta la zona inmediatamente. Aquí, y según informan desde el cuerpo, los uniformados encontraron un barrio en calma y sin señales claras de que se produjera un tiroteo, no pudiendo tener constancia así de que estos disparos se produjeran.
Algunos vecinos del pueblo sí lo tienen claro, aunque escucharon estos disparos en el barrio del Agua y no en El Salvador. Y no habrían sido detonaciones al aire, sino un tiroteo en toda regla. Desde un coche. Cosa de pocos segundos. «Cinco disparos» contra un edificio y huida a toda velocidad. En el Ayuntamiento, por su parte, aseguran que el ruido se debió al lanzamiento de «petardos» y no de disparos.
Así fue el cierre del fin de semana marcado por la preocupación en Torrelavega. En las últimas horas, desde el viernes, la Policía Nacional y la Local han logrado detener a dos hombres en Torrelavega como presuntos implicados en estos hechos. Y ya están ambos en la calle, tras la decisión del juzgado ayer por la tarde de decretar la puesta en libertad del primer detenido -el sábado cerca de las dos de la madrugada- en el marco de esta operación; el otro, por su parte, ya quedó libre el sábado, a las pocas horas de ser capturado al mediodía.
«Seguro que hay razones legales para ello. Pero ni yo, ni ninguno de los torrelaveguenses podemos entender que una persona detenida la semana pasada por disparar a otra hoy esté en libertad». En las palabras de Javier López Estrada hay un componente claro de indignación. Apela a todas las instituciones para que los hechos no queden impunes. «Hay que utilizar todos los mecanismos de la Ley. Eso pasa por juzgarlos como una organización criminal». A las fuerzas de seguridad manda otro mensaje:«Necesitamos que el esfuerzo sea todos los días. Cuando disparan y cuando venden droga. Cometen delitos a diario».
La puesta en libertad no ha hecho otra cosa que inquietar e indignar a muchos vecinos, ya preocupados desde el viernes. El dispositivo especial de la Policía Nacional y Local sigue en marcha y ha permitido el despliegue de más agentes, pero varios residentes y representantes vecinales consultados por este periódico no pueden evitar expresar su malestar tras conocer esta medida y la «impunidad», dicen, con que se resuelve -de momento- este suceso, un precedente de inseguridad que ya es el segundo tiroteo en menos de medio año.
El anterior se produjo el 29 de junio en el Barrio Covadonga, con un intercambio de disparos que no dejó heridos, aunque sí un detenido: un hombre de 38 años acusado de un delito de tentativa de homicidio y que, en unas horas, de nuevo, fue puesto en libertad. Esa noticia tampoco sentó bien. «Los vecinos no lo entienden y desde el Ayuntamiento somos incapaces de explicárselo», lamentó en una carta el alcalde, Javier López Estrada. Ayer, tras la puesta en libertad de los sujetos, publicó otra: «Las instituciones tienen que funcionar de manera coherente», «necesitamos más» o «no podemos convivir con ellos» son sólo algunas de las frases que dejaba en dicha misiva.
No todo son tiroteos. Cabe mencionar otro episodio que se produjo el 28 de agosto, también en el Barrio Covadonga. Ese día, la Guardia Civil puso en marcha una gran operación antidroga, en la que resultó detenido un vecino. El dispositivo desplegado en el barrio fue enorme, con más de medio centenar de agentes de diversas unidades presentes en la zona. La Benemérita, que actuó por orden de un Juzgado, registró el domicilio del detenido en la calle Julio Ruiz de Salazar, interviniendo diverso material.
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