El edificio de La Llama avanza en su reforma y se estrenará como sede del Ayuntamiento en verano

Si pasan por la zona o frecuentan la plaza de La Llama ya se habrán dado cuenta de la rutina en la que está inmerso el edificio desde octubre. Las obras que ejecuta la Unión Temporal de Empresas (UTE) de Llorente Electricidad y Cuevas Gestión de Obras no han parado desde entonces. De hecho, los operarios avanzan a «buen ritmo», como dice Urraca. «Los trabajos van muy bien, según lo planificado, y la reforma ya va adquiriendo forma», declara, satisfecho con la restauración de un edificio que, además de contar con un ascensor dentro de unos meses, ya ha estrenado nuevas ventanas y revestimientos interiores -si bien en algunas paredes se mantiene la mampostería original-.

Con la restauración del edificio de La Llama, el equipo de gobierno se propone facilitar la relación de los vecinos con el Consistorio, aunque contempla dos facetas diferenciadas para este y su hermano en la plaza Baldomero Iglesias -otro edificio que pasó a cobijar actividad municipal tras el desalojo 'in extremis' del Palacio municipal-. Las dependencias de la plaza roja tendrán la actividad administrativa como bandera; la vieja Cámara de Comercio, por su parte, hará lo propio con toda la atención de los vecinos en general. El tema de los Plenos está generando cierto debate o, como poco, dudas. El alcalde venía sosteniendo, contra lo establecido en la memoria del proyecto, que los debates se mantendrían en Baldomero Iglesias. Sin embargo, su socio, Urraca, sí que proyecta ahora la celebración de los Plenos.

Contradicciones al margen, el edificio de La Llama debería inaugurar su nueva etapa como sede municipal a finales de julio del año que viene -siguiendo los plazos-. Durante los últimos ocho meses, la adjudicataria viene ejecutando todo tipo de trabajos para poner el inmueble a punto y adecuar no sólo todas sus instalaciones (fontanería, electricidad, iluminación, protección contra incendios y saneamiento), sino también su equipamiento (ventilación y climatización), que viene deteriorándose desde que el inmueble fue dejado a su suerte, sobre todo su segunda planta.

Entre tanto, los socios de coalición continúan sin pronunciarse activa y claramente sobre el futuro de la sede institucional por antonomasia en la ciudad: el Palacio municipal, consolidado el año pasado tras dos décadas en peligro de derrumbe y más de medio año de trabajos con ayuda de la entonces conocida como Consejería de Obras Públicas -hoy Fomento-. Parece que habrá cine justo al lado. ¿Ayuntamiento? Todavía no se sabe.