El edificio de Servicios Sociales de Torrelavega será desalojado por daños en la estructura

El alcalde, Javier López Estrada, ha precisado que los números afectados por la medida son el 4, integrado por oficinas y viviendas municipales, y el 5, compuesto por viviendas municipales y privadas. En concreto, la medida de desalojo no afectará ni a la planta baja del edificio, en la que se encuentran ubicados el Registro municipal y el bar y la sede de la Peña Bolística, ni a la parte privada, compuesta por el Bar Torrelavega y las tres viviendas existentes en la parte superior.

Entre las viviendas municipales afectadas, solo dos están habitadas. Los inquilinos son personas mayores con escasos recursos a los que ya se está buscando alojamiento alternativo. En el caso de las oficinas, ocupadas por Servicios Sociales y la Oficina de Mediación, serán trasladadas a la antigua sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en la Avenida de España, dos plantas cuyo contrato de alquiler será firmado por el regidor en los próximos días.

López Estrada ha hecho hincapié en que no hay riesgo de «colapso» de la estructura del inmueble y que el desalojo parcial del mismo se lleva a cabo «por seguridad y cautela». Una vez vaciado el edificio, se procederá a la redacción de un proyecto de «consolidación» integral del mismo y el Ayuntamiento intentará hacerse con la parte de la edificación que es privada.

El informe de evaluación del edificio, redactado por un arquitecto contratado para la ocasión, valora el estado del inmueble como desfavorable y advierte de que su deterioro irá en aumento, con posible peligro de desprendimientos. Según el técnico, se incumplen las normas de seguridad, salubridad y ornato público. La parte municipal del inmueble presenta numerosos problemas en la estructura, fachada y cubierta, con constantes goteras.

Las labores de refuerzo y mantenimiento habituales resultan insuficientes: reparación de fugas y revestimientos, apuntalamientos puntuales de la estructura... Los técnicos municipales entienden que las actuaciones que es necesario acometer en la parte municipal del edificio no son compatibles con su uso actual, por lo que consideran que debe realizarse el desalojo tanto de las viviendas como de las oficinas, dado el riesgo que «pueda suponer un mayor deterioro del edificio».

En el informe de evaluación se precisa que en los dos portales afectados, 4 y 5, existen elementos estructurales horizontales deteriorados y la escalera, que requieren de sustitución o refuerzo, así como una desinfección de la estructura por presentar ataque de xilófagos (insectos que se alimentan de madera). Las fachadas, entre patologías menores, requieren de la reparación de balcones en mal estado. El arquitecto también resalta la obsolescencia y mal estado de las instalaciones, especialmente la cubierta, afectada por goteras y humedades.

El edificio se encuentra frente al que ahora ocupa el Ayuntamiento, dado que el Palacio municipal del Bulevar Demetrio Herrero se encuentra desalojado casi en su totalidad desde hace varios años por sufrir graves daños estructurales. La obligación de vaciar el inmueble para proceder a su rehabilitación, conlleva el traslado de servicios municipales, un complejo proceso que se agrava ahora con el desalojo del inmueble de Baldomero Iglesias.

La última decisión al respecto se tomó el pasado mes de marzo. Después de año y medio esperando el traslado de la Agencia de Desarrollo Local (ADL) al centro de Torrelavega, para facilitar el acceso de usuarios y trabajadores a este importante servicio municipal, el equipo de gobierno (entonces PSOE-PRC) decidió que se quedase finalmente en el Centro de Formación de Barreda. Socialistas y regionalistas consideran que es más urgente que el local que fue acondicionado en El Zapatón para realizar la mudanza, sea ocupado por otro servicio, posiblemente Recaudación, para continuar con el desalojo del Palacio municipal e iniciar lo antes posible la rehabilitación del edificio.

El traslado al centro de la ciudad estaba previsto inicialmente para finales de 2017. Así lo anunciaron los responsables municipales en agosto de aquel año, en el acto en el que el entonces consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, hizo entrega al alcalde de las llaves del local que el Gobierno regional había cedido al Ayuntamiento para ubicar en él las oficinas de la ADL.

El barrio El Zapatón se construyó hace varias décadas gracias, especialmente, a los bloques de viviendas sociales que levantó el Gobierno de Cantabria. La Consejería de Obras Públicas, que aún conserva varios locales de su propiedad en el distrito, cedió al Ayuntamiento dos de ellos que se encontraban en desuso, para que fuesen acondicionados antes de convertirse en las nuevas sedes de la ADL y la Sociedad Coral. Ambos están situados en la calle Marqués de Santillana.