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El Gobierno de Cantabria quiere ofertar en Viérnoles algunas de las propuestas educativas más pujantes de toda la comunidad autónoma. La Consejería de Marina Lombó invertirá 7 millones de euros para crear un Centro Integrado de Formación Profesional (FP) de Energías Renovables, un edificio de ... más de 5.000 metros cuadrados volcado en instruir a los futuros técnicos superiores de la familia ‘Energía y Agua’. Esta rama profesional integra todo tipo de competencias, desde la organización y gestión de instalaciones o redes de saneamiento, por ejemplo, hasta todo tipo de actuaciones relacionadas con los recursos sostenibles. La Consejería y la Dirección General de Formación Profesional trabajan ahora para licitar la redacción de la obra y el proyecto de ejecución de la primera fase –la principal– «en torno a enero de 2023», por un presupuesto de 169.521 euros.
Avances administrativos al margen, el Ejecutivo autonómico ya tiene bastante claro cuáles serán los espacios que integren este futuro centro de formación. El departamento de Lombó proyecta, además de un laboratorio de redes de agua, 13 clases polivalentes, un Aula de Tecnología Aplicada (Ateca) y sobre todo una lista de siete talleres orientados a la energía fotovoltaica y eólica, las instalaciones térmicas, solares, el montaje y mantenimiento de redes de agua, centrales, control de operaciones o los sistemas automáticos. Asimismo, en los planos destacan un laboratorio de redes de agua, vestuarios para el alumnado y el personal decente, un salón de actos de 230 metros cuadrados, una biblioteca y una cafetería.
Algunos de los equipos que harán funcionar todo ese engranaje lectivo estarán de puertas hacia fuera. Aquí, en esta finca del barrio Rodanil pegada al Eucaliptón De Viérnoles –el más grande de Cantabria y plantado hace más de 130 años–, la Consejería de Educación y Formación Profesional levantará mil metros cuadrados de sistemas eólicos y fotovoltaicos, 500 en instalaciones solares y térmicas y una subestación eléctrica de otros 300.
Toda esta dotación energética se extenderá en algo más de un tercio de la superficie, proyectada en dos fases distintas de ejecución y financiada íntegramente con dinero de la Consejería –al contrario que sus hermanos en Laredo (Marítimo Pesquera), Santander (Número 1) o Heras (La Granja), todos nutridos con el dinero de los fondos europeos.
El centro pasará de contar con 180 jóvenes en la primera fase a sumar otros 120 en la segunda, tal y como prevé el Ejecutivo regional, sin contar otras actividades como acreditación de competencias. Ese volumen de estudiantes se traduce en un paso más por parte de la Consejería en su deseo de seguir reforzando el ámbito de las energías renovables, un campo «en el que era preciso aumentar la oferta formativa y que, tal y como se está viendo, es fundamental para el desarrollo de Cantabria», como aseguró Lombó, antes de reivindicar su compromiso con la FP.
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