El conservatorio de música y danza costará 20 millones y empezará a construirse el año que viene

De ahí el rango al que ascenderá la ciudad según el presidente Miguel Ángel Revilla: «Va a poner a Torrelavega en el epicentro de la cultura». A su lado, en el mismo solar donde se ubicará el conservatorio, en el Bulevar Ronda a su paso por El Valle, la consejera del ramo, Marina Lombó, el alcalde, Javier López Estrada, y representantes del equipo de arquitectos e ingenieros –la Unión Temporal de Empresas (UTE), Ra-Ca-Fo–, han celebrado la llegada del proyecto a este «punto irreversible». Y eso es mucho decir, porque el futuro de estos terrenos se viene disputando en los tribunales desde hace años.

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Entre tanto, sentencias y planes parciales al margen, pocas disonancias. «Nos podemos felicitar», «es un día francamente importante» o «dará un extraordinario nivel a Torrelavega» son algunas de las palabras que han compartido los tres líderes, de acuerdo en entender la obra como un punto de inflexión para la capital del Besaya, su Conservatorio de Música, su Escuela de Arte 'Roberto Orallo' –cuyas dependencias han sido calificadas como «deficientes» hasta por el propio Revilla– y, sobre todo, unas aspiraciones de baile que, si no fuera por este proyecto, seguirían huérfanas en Cantabria.

Ese desamparo cambia ahora, tras un «expediente complejo», que diría Lombó; la cesión de las parcelas al Gobierno, varapalo judicial mediante; y una adenda en forma de 'por si acaso' que levantó más de una suspicacia. «No nos fiamos de ustedes. Y si la Consejería se fiara no nos haría votar esta medida». La opinión del popular Miguel Ángel Vargas, en el Pleno de noviembre, integra a todo el bloque de la oposición.

Lo que se blindó entonces es el futuro de dos hectáreas ubicadas en El Valle y, con ella, 11.500 metros cuadrados reservados para el futuro de toda la escena. Sólo para el conservatorio (8.000), el equipamiento promete un auditorio con 500 butacas, un escenario de 200 metros cuadrados, una biblioteca-fonoteca, medio centenar de aulas, para coro, orquesta, enseñanza instrumental, música de cámara o danza, una docena de cabinas para el estudio de instrumentos, dos salas polivalentes, camerinos o una cafetería, entre otras. En cuanto a la escuela de arte (3.500 metros cuadrados), los alumnos contarán con cuatro aulas teóricas, seis salas tipo taller, ocho talleres, una zona de estudio o de laboratorio fotográfico y una biblioteca.