Educación rechaza la cubierta de la pista del colegio Menéndez Pelayo por seguridad

En primer lugar, consideran que la proximidad de la cubierta a los edificios del centro educativo impediría el acceso de los bomberos, sin que tampoco se aporte en el proyecto la justificación del cumplimiento de la normativa de protección ante los incendios. Los técnicos también han observado que el «escaso» patio escolar del Menéndez Pelayo perdería «funcionalidad» para su utilización como tal.

Además, advierten de que la ejecución de la cimentación y la obra en general afectaría a los edificios existentes por su proximidad, especialmente al inmueble más antiguo. Esto conllevaría la ralentización de los trabajos al tener que ejecutarlos «a tramos y con apuntalamiento de muros de fachada y encarecimiento de la obra».

Los técnicos recuerdan que el colegio tiene dos edificios, uno de ellos antiguo y de planta baja. Consideran en su informe que la cubierta de la pista deportiva debe tener las dimensiones «adecuadas», dado el «escaso» espacio disponible. También resaltan que el acceso al patio quedaría fragmentado mediante cierres de malla metálica, para facilitar de esta manera la utilización extraescolar de la pista. Además, hacen hincapié en que la cimentación de la cubierta de la misma dejaría «al descubierto» parte de la del edificio antiguo.

Por último, el informe de los técnicos de la Consejería alerta de que el proyecto no analiza la evacuación de los edificios escolares, fundamentalmente el de planta baja. «El centro no dispone de Plan de Evacuación -añaden-, pero la intervención no puede empeorar la situación existente en cuanto a salidas ni aumentar la longitud de los recorridos de evacuación hasta el espacio exterior seguro».

El Ayuntamiento licitó la obra de la cubierta el pasado mes de diciembre, contando con un presupuesto base de 409.574 euros y un plazo de ejecución de cinco meses. El entonces concejal del área, José Manuel Cruz Viadero, anunció en enero que los trabajos comenzarían en la segunda quincena de abril y concluirían este mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar. También en enero la Mesa de Contratación propuso adjudicar la obra a la empresa Senor en 368.141 euros.

La respuesta al informe técnico de la Consejería fue rápida y contundente. Llegó a través de un escrito remitido por el equipo directivo, el claustro de profesores, el consejo escolar y la Ampa del colegio, que tiene 300 alumnos. En él señalan que, tanto a nivel organizativo como pedagógico y de participación y cooperación con el entorno, el proyecto no merma la capacidad ni la funcionalidad del patio, sino todo lo contrario: «Multiplica las mismas y mejora las condiciones en que se desarrollan, haciéndolas acordes a los tiempos que vivimos y ofreciendo al centro, a las familias y a los vecinos del entorno un abanico de posibilidades estructurales y organizativas muy amplias». Por todo ello, la comunidad educativa del colegio entiende que se está ante una posibilidad única en la que «solo vemos ventajas y ningún inconveniente a nivel de espacios, capacidad o funcionalidad».

El proyecto, similar a otros ejecutados en Torrelavega, contempla cubrir la pista deportiva con una estructura de madera y policarbonato, para que los alumnos puedan utilizar el patio sin importar las condiciones meteorológicas. Los vecinos y asociaciones del entorno también podrán hacer uso del recinto fuera del horario escolar, como viene ocurriendo en otros centros educativos del municipio.

El silencio municipal sobre la paralización de este importante proyecto fue roto en una reciente sesión plenaria de la Corporación por el primer partido de la oposición. El portavoz del PP, Miguel Ángel Vargas, preguntó sobre esta cuestión al alcalde, el regionalista Javier López Estrada, y este le respondió que en breve le contestará por escrito.