La empresa EYSA gana el concurso para poner en marcha este año la Zona de Bajas Emisiones

La elección de esta compañía para que se haga cargo de la Zona de Bajas Emisiones de Torrelavega es un paso clave para acelerar su implantación de aquí a los próximos meses de este año, como viene avanzando en las últimas semanas la Concejalía de Movilidad, una de las muchas de toda España que, entre demoras y moratorias, terminarán implantando en 2024 una medida que, con los planes de Europa en la mano, debió empezar a funcionar el 1 de enero de 2023.

Ese retraso no se puede entender sin la polémica que ha generado entre los vecinos y comerciantes. Torrelavega no es una excepción: algunos negocios se vienen asociando en la plataforma 'Salvar Torrelavega de una ZBE Ruinosa' para pedir la reducción de la superficie planteada y el aplazamiento de su aplicación hasta concluir la obra del soterramiento y de los nuevos aparcamientos -no antes de 2029-.

«Una mala ZBE nos arruinará», rezan los carteles que han distribuido por el comercio. La plataforma es partidaria de aplicar la medida solo de lunes a jueves y, además, de reducir el área que propone el Consistorio, delimitada por las calles José María de Pereda, Julián Ceballos, La Llama y Julián Urbina.