Empresarios y Administración abren la nueva etapa del polígono tras 5 años de desacuerdos

Aquel día se fijó la hoja de ruta y la senda de cada uno;y, el pasado viernes, los empresarios empezaron a andarla poniendo fin a la Entidad Urbanística de Conservación. Antes de quedar disuelta, el empresario Fermín García Balbás venía ejerciendo las funciones de presidente. Él ha sido la cara visible de los propietarios en esta odisea, marcada por la ausencia de un mantenedor:«Por fin el Ayuntamiento se hará cargo del mantenimiento, aún a costa del sacrificio de los empresarios que tienen que restaurar el polígono».

Han acordado un reparto de funciones, la ejecución de una derrama, el nombramiento de un liquidador... Después de todos estos pasos, algunos empresarios confiesan cierto vértigo e inquietud por el futuro inmediato del polígono a partir de ahora y el «compromiso real» del Ayuntamiento con el mantenimiento de las instalaciones. Es más, algunos creen que debería ser el Consistorio y no ellos quienes acometen estas tareas en los viales. Sea como sea, mal que bien, «se ha mirado por el bien del polígono» y el desbloqueo de una situación que, como sí venían compartiendo las tres partes involucradas, era complemente «absurda» y «anómala».

La concejal de Urbanismo y Movilidad, Jezabel Tazón, ha estado presente en esta transición hacia la normalización de relaciones y del mantenimiento. «Un paso más», sintetiza, celebrando el acuerdo alcanzado y asegurando el compromiso del Consistorio sobre esas tareas una vez que los empresarios subsanen los desperfectos en los viales. Su mal estado «implica que no ha habido un mantenimiento», señaló la edil, antes de cifrar las obras en una cantidad ligeramente superior a los 70.000 euros.  «La postura del Ayuntamiento es firme».

Entre tanto, el Gobierno de Cantabria y la empresa pública de Suelo Industrial de Cantabria (Sicán) siguen dando sus propios pasos. «La reparación de la escollera también sigue el trámite acordado y ya hay un anteproyecto redactado», trasladan desde el departamento que dirige Ezequiel San Emeterio, responsable al que, tanto los empresarios como el Ayuntamiento, vienen reconociendo como un mediador clave en este proceso de desbloqueo. No en vano, la asunción de esta tarea, la de la escollera, venía siendo una de las grandes patatas calientes de la discusión en los últimos años.

El entendimiento y esa mirada de las partes por el «interés común» ha logrado hacer efectiva la disolución de la Entidad Urbanística de Conservación, un organismo creado en 2010 y que, para hacerse una idea de lo enquistado que estaba todo, acordó su extinción en una asamblea en 2018. Desatados todos los nudos, ahora los empresarios esperan que «todos» cumplan con su parte del trato.