La falta de efectivos obliga a la Policía Local a multiplicar esfuerzos durante La Patrona

Este sindicato afirma que la falta de reposición de efectivos que viene sufriendo en los últimos años la Policía Local de Torrelavega, está haciendo que el Cuerpo viva ahora «los peores días que se recuerdan». Pone como ejemplo que la plantilla, integrada actualmente por 65 agentes, tiene 12 plazas sin cubrir y en los dos últimos dos ejercicios ha perdido 9 miembros. Además, el proceso selectivo para cubrir tres plazas se encuentra «paralizado desde hace meses».

El concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, resta importancia a las afirmaciones de APLB: «Hemos tenido momentos más difíciles. Es verdad que hay algún proceso selectivo pendiente, pero por alguna reclamación o recurso que paraliza estas cosas. También es cierto que llevamos retraso porque hemos dado prioridad a otros servicios que están más necesitados».

Pérez Noriega recuerda que cuando se planificó el servicio para las fiestas, en las semanas previas, «nadie planteó ningún problema». «De hecho -añade-, están siendo unas fiestas con mucha gente y sin apenas incidentes reseñables. Además, estamos contando con mucha colaboración de la Policía Nacional y, lo que es más importante, los ciudadanos han salido a disfrutar sin crear problemas».

Sin embargo, el sindicato reitera que la escasez de efectivos adquiere mayor «relevancia» en momentos en los que miles de personas se movilizan, como ocurre con las fiestas de la Virgen Grande, dado que es obligado reforzar el servicio ordinario por la multitud de eventos que tienen lugar. «Hay agentes -explica- que al margen de su ciclo diario deben prestar servicio todos los fines de semana del verano, con horarios extremos, cambiantes de un día para otro, lo que hace imposible conciliar la vida privada con la laboral».

Según APLB, esta situación se agrava «hasta lo insostenible» durante esta edición de las fiestas de La Patrona, iniciadas el pasado viernes. «Ni con abusivos nombramientos -señala- se consiguen reforzar debidamente los equipos de trabajo, registrándose situaciones como el inicio de la tarde del martes, festividad de La Patrona, con miles de personas en las calles y únicamente tres agentes patrullando».

Al sindicato le resulta «paradójico» que, a pesar de ser uno de los cuerpos «menos valorados» del país por sus propios dirigentes locales, cuando llegan estas fechas «todo el peso recae sobre la experiencia y profesionalidad de los propios policías, que absorben y remedian las quejas vecinales derivadas de la mala planificación, evitando en muchas ocasiones que las chapuzas organizativas acaben en desgracia».

«De ese modo -agrega APLB-, los agentes asumen con la responsabilidad de siempre que se trata de días especiales, afrontando un esfuerzo mayor del que la propia profesión exige y con la firme convicción de prestar el mejor servicio a la ciudadanía». No obstante, el sindicato deja constancia de que aunque «el agotamiento físico y mental» no impedirá cumplir las funciones elementales de los servicios, ante una emergencia resulta «prácticamente imposible» que un agente que ha estado varios días maldurmiendo «pueda intervenir con la energía y concentración necesarias para dar una respuesta rápida y eficaz». Según APLB, esto pone en riesgo tanto la integridad de los policías como la de los ciudadanos.