La falta de mantenimiento lastra la gestión del polígono industrial desde hace cinco años

Así lo confirma el alcalde, Javier López Estrada, que fue preguntado por este problema en el último pleno de la Corporación por la portavoz de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, que viene exigiendo una solución desde hace varios años. Según el regidor, Sicán podría desbloquear las negociaciones si se hace cargo de la obra más costosa, la reparación de la escollera del talud sur del parque empresarial, trabajos para los que ya dispone de un anteproyecto.

El regidor hace hincapié en que la postura municipal está avalada por informes técnicos y pone como ejemplo el último, que advierte de diversas carencias en las redes de abastecimiento de agua y saneamiento. El estudio señala que es necesaria la reparación o sustitución de hidrantes, imbornales, fugas de agua, sistemas de drenaje, instalaciones eléctricas, cerramientos, tanques de tormenta y la depuradora. También hace hincapié en la necesidad de reconstruir la referida escollera en el talud sur y desaterrar la cuneta de evacuación de aguas pluviales.

Algunos empresarios, que ahora prefieren guardar silencio, mostraron hace dos años a El Diario Montañés su hartazgo por el «bloqueo» que sufre la cesión al Ayuntamiento de las zonas comunes del polígono y centraron sus críticas en la «absurda pelea» que mantienen el Consistorio y Fermín García Balbás, presidente de la Entidad Urbanística de Conservación. Este acusó a la Administración pública de abandonar el parque empresarial a su suerte y centrarse exclusivamente en cobrar tributos.

La Entidad Urbanística de Conservación del polígono industrial acordó su disolución en su última asamblea, celebrada en 2018, una vez concluido el plazo de vigencia de la misma. El Ayuntamiento se iba a hacer cargo del mantenimiento en un plazo de seis meses, una vez que se comprobase que todo estaba en orden en las instalaciones y las cuentas saneadas.

El parque empresarial es un Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR), aprobado por el Consejo de Gobierno de Cantabria en 2005. Su objetivo principal es crear un ámbito lo suficientemente atractivo para incitar a los empresarios a instalarse en el municipio, contribuyendo así al desarrollo regional y la creación de empleo.

Dado que el proyecto preveía la instalación de numerosas empresas -de hecho ya está casi lleno-, con amplias zonas comunes, desde el principio se hizo necesario establecer la normativa básica que permitiese el desarrollo armónico del polígono. Por eso, la empresa pública que se encarga de promover Tanos-Viérnoles incluyó en los contratos de compraventa de las parcelas la obligación de integrarse en la Entidad Urbanística de Conservación.

Esta se constituyó de forma definitiva en 2010, con un plazo de duración de cinco años, según acordaron los empresarios con el Ayuntamiento. Entre sus misiones estaba el velar por el adecuado uso de las instalaciones, garantizando el cumplimiento de los derechos y obligaciones que competen a los miembros de la Entidad; atender la prestación de los servicios básicos urbanísticos; establecer y dirigir los servicios comunes de la urbanización, y conservar las redes e instalaciones (agua, saneamiento...). Otras de sus obligaciones eran la conservación de la urbanización, viales, aceras, alumbrado.... Y en caso de que no se efectuase ese mantenimiento, el Ayuntamiento podía hacerse cargo del mismo de forma subsidiaria.