La falta de sede obliga a la Fábrica de la Navidad a cambiar Torrelavega por Solares

No obstante, el alcalde, Javier López Estrada, señala que la programación navideña en la capital del Besaya volverá a tener «muchas sorpresas» y serán «más abiertas y gratuitas». Según el regidor, se trata de actividades que podrán ser disfrutadas «por toda la familia, todos los días y en diversos puntos de la ciudad». El regidor también ha confirmado la continuidad del tradicional mercadillo navideño, después de ser preguntado por el primer partido de la oposición (PP).

La Fábrica Mágica de la Navidad es un proyecto de la emprendedora Vanesa Abascal, que le puso en marcha hace cuatro años en La Lechera, con ayuda del Consistorio y el Gobierno de Cantabria. En su tercera edición pasó a celebrarse en el edificio municipal de La Llama, antigua sede de la Cámara de Comercio, donde el espectáculo volvió a registrar récord de visitantes. Ambos inmuebles se encuentran en obras de remodelación desde hace varios meses.

Vanesa se enteró hace «unos veinte días» que el Ayuntamiento no «apostaba» este año por su espectáculo. La dijeron que no había ubicación y tampoco «presupuesto». El Consistorio pagaba hasta ahora la entrada a los alumnos de los colegios de Torrelavega, que visitaban La Fábrica Mágica de la Navidad por las mañanas, y aportaba también dinero para reducir el importe de las entradas a los empadronados en el municipio. El apoyo institucional, al que se sumaba el Ejecutivo regional, permitía a Vanesa fijar precios populares (dos euros para los niños y tres para los adultos).

Tras perder esas colaboraciones y ante la falta de tiempo para ofrecer el espectáculo a otros ayuntamientos, la emprendedora, especializada en organizar eventos desde hace 15 años, decidió seguir con su proyecto en solitario, que ha trasladado a la antigua finca Arras Villa Nupcial, de Solares. Allí abrirá la Fábrica Mágica de la Navidad todos los días, desde el 1 de diciembre hasta el 5 de enero, de 10.00 a 20.00 horas, salvo la última jornada que cerrará a las 17.30. Vanesa no ha encontrado el apoyo económico del Consistorio de Medio Cudeyo, pero sí «todo tipo de facilidades» para instalarse, por lo que está muy agradecida.

Eso sí, tras la pérdida de la «cobertura» institucional, ha tenido que subir el importe de las entradas, que han pasado a costar 9 euros. «Ten en cuenta que no hay subvención y doy trabajo a 25 personas durante dos meses», señala. Las entradas se han puesto a la venta este lunes a través de internet (www.giglon) y se espera que se agoten en «tres días». Las colas empezaron siendo presenciales y ahora son virtuales.

La emprendedora dice que la clave del éxito está en que la gente «sigue creyendo» en la Navidad y quiere que «sus hijos no pierdan esa ilusión». «La magia -añade- también está en cuidar las cosas, hacerlas con mimo. Nosotros trabajamos mucho y durante todo el año para cuidar este evento». Los protagonistas no son ni Papá Noel ni los Reyes Magos, sino sus ayudantes: «Los niños pueden disfrutar de los elfos y los pajes. Los que se encargan de los juguetes, de elaborar los dulces navideños, de recibir y clasificar las cartas, de preparar el carbón...». Para salvaguardar esa «magia», que ha logrado fama en Cantabria gracias al «boca a boca», la organización no permite captar imágenes del interior del espectáculo.