La Feria del Stock de Torrelavega se suspende hasta 2023 para no quedar eclipsada por otros eventos

La tormenta perfecta de eventos y actividades solapadas empezó a nublar la agenda de la Feria del Stock hace un mes. Era 12 de agosto, primer día de las fiestas de La Virgen Grande, cuando los comerciantes de Impulso ya empezaban a debatir sobre la compatibilidad de su tradicional convocatoria con el último fin de semana en homenaje a La Patrona, del 19 al 21 del mes. No hubiera sido la primera vez que ambas citas coinciden, pero, finalmente, la organización optó por aplazar la iniciativa en busca de un fin de semana con menor concentración de atractivos en la agenda y, por ende, con un público potencial más numeroso dispuesto a acercarse a los puestos afincados en el Ferial de Ganados.

Tomada esa decisión, agosto parecía prácticamente descartado del calendario. La razón: el XXI Concurso Morfológico Ciudad de Torrelavega, un homenaje al caballo de pura raza que contó con la participación de hasta 40 ganaderías que acogió la capital del Besaya en el último fin de semana del mes pasado -fecha en la que se venía celebrando la cita comercial-. No pasaron muchas horas hasta que los integrantes de Impulso tomaron una decisión sin precedentes: la Feria del Stock se celebraría por primera vez en septiembre.

Aquella determinación tampoco se tomó a la ligera. La asociación contaba con un 'plan b' en el calendario, una última triada de fechas en línea con la recta final del periodo estival y su mercado. Justo al límite, y más tarde de lo habitual, la Feria del Stock confiaba en poder celebrarse precisamente del 23 -último día del verano- al 25 de septiembre.

Para colmo, un nuevo evento se interpuso en los planes del comercio torrelaveguense, en esos mismos días: la Feria Outlet de Santander, una llamada a los descuentos en todo tipo de marcas y cuya capacidad de absorción ha terminado agotando las expectativas de los negocios que integran la asociación Impulso.

No todas, realmente. Hasta hace unos días, algunos asociados contemplaban todavía la posibilidad de posponer la muestra una última vez, pero la idea no ha salido adelante. Tras debatirlo internamente, los cerca de 50 negocios que componen la entidad se han resignado y resuelto la disyuntiva. «Ha sido una decisión muy dura», declara la presidenta del colectivo, Paula Ramos, centrada ya en tratar de llenar este vacío y organizar algún evento que, aunque de características distintas, sirva de revulsivo para los negocios.

Ese nuevo escaparate no será una Feria del Stock propiamente dicha, pero se regirá por los mismos objetivos: atraer a los consumidores de dentro y fuera de la capital del Besaya y, en consecuencia, dinamizar las ventas de los pequeños y medianos locales. Impulso trata ahora de dar con una formula atractiva orientada a tal fin. Sus características, su ubicación -fija o dispersa en cada una de las tiendas participantes- o la fecha más conveniente son algunas de las ideas que estudiarán de aquí a las próximas semanas.