«Al final en política sólo están quedando los frikis y la gente que no vale para otra cosa»

-¿Qué eco ha tenido en la calle su inesperada decisión?

-Hay gente que lo ha entendido y hay otra que sigue en las mismas, preguntándose quién la va a sacar ahora las castañas del fuego. Y nuestro mensaje va dirigido precisamente a esas personas que esperan que otros le resuelvan la papeleta. Lo que realmente hemos dicho es basta ya, la gente tiene que organizarse para resolver sus problemas.

-Usted dijo públicamente hace pocas semanas que encabezaría de nuevo la candidatura de ACPT. ¿Por qué esta marcha atrás?

-Celebramos una asamblea en la que fui elegido candidato. El siguiente paso era cumplir el mandato de mis compañeros de preparar una lista y ahí vino el problema. Necesitaba cinco personas con la suficiente capacidad y solvencia, y cuando he hablado con la gente de la asamblea que cumplía ese perfil, me encontré con que ninguno estaba dispuesto a dar el paso. Ante esa situación, no se puede acudir a las elecciones. No pude cumplir el mandato de la asamblea.

-¿No puede haber un nuevo cambio de rumbo?

-La decisión está tomada, no hay marcha atrás. El proceso electoral está lanzado y ya teníamos que tener todo resuelto. No ha sido por falta de gente. La respuesta ha sido «voy en la lista, pero en un sitio que no salga». Hay que preguntarse por qué la gente que vale, la que tiene capacidad, no quiere ser concejal. Por qué en política al final sólo están quedando los frikis y la gente que no vale para otra cosa. En el Ayuntamiento apenas queda gente preparada y sí muchos inútiles.

-Las fuerzas políticas pugnan ahora por entrar o seguir en el Ayuntamiento y ustedes deciden salir. ¿No tienen la sensación de que casi siempre van a contracorriente?

-Casi todos los que formamos ACPT somos personas comprometidas, animales políticos, y nos tomamos esto muy en serio. En el Ayuntamiento se pierde mucho el tiempo, no es el mejor lugar para hacer política, que no es otra cosa que mejorar la vida de las personas. El Ayuntamiento se convierte muchas veces en un circo que trabaja poco por la gente. Cuando ha habido cambios en Torrelavega, verdaderos avances, ha sido porque la sociedad civil se ha organizado y ha salido a la calle. Ahí están los casos del Hospital de Sierrallana o el soterramiento en el Barrio Covadonga. El problema que tiene ahora Torrelavega es que esos movimientos sociales han desaparecido.

-¿No queda nada de las asociaciones de vecinos o los movimientos obreros?

-Se han destruido todas las bases. Lo hemos visto en la huelga de Aspla, que ha acabado como ha acabado. Y el resultado es que Torrelavega está en un pozo sin fondo y con gente dirigiéndola que parece que no le gusta su tarea, porque si no le dedicarían más tiempo y compromiso. Tenemos un alcalde que trabaja de ocho de la mañana a dos de la tarde y de diez a una se va a Santander, y el compromiso que adquieren los concejales es el de ir a saraos y sacarse unas fotos.

-Ustedes apuestan por lo colectivo, pero la sociedad tiende a lo individual. ¿Eso les está haciendo perder la batalla?

-La salvación es colectiva o no habrá salvación. Nosotros, que somos un grupo con las puertas abiertas, lo vemos a diario. La frase que más escuchamos es «qué hay de lo mío». Vivimos en una sociedad que piensa que los problemas te los van a resolver otros. Ahora no se lucha y hay barrios que están peor que antes. La gente no se implica.

-¿Una posición de izquierda más moderada les iría mejor?

-Somos de izquierda radical por que vamos a la raíz del problema. Para callarse ya está el resto. Nosotros defendemos una política de abajo hacia arriba, de la calle a las instituciones, y no al revés, como está ocurriendo porque la sociedad ha dejado de ser participativa.

-Dicen que van a continuar su lucha en la calle. ¿En qué va a consistir?

-En organizar a los vecinos. El movimiento social está desarticulado, pero hay mimbres. Ante cualquier problema en cualquier barrio siempre está la opción de formar una plataforma y luchar. En el Ayuntamiento les sacábamos los colores a todos, pero de qué ha servido. Parece que nadie nos ha escuchado, que ha caído en saco roto.

-¿Ya tiene alternativa laboral después de varias legislaturas dedicado a la tarea municipal?

-Sí, tengo salida, pero antes me tomaré un tiempo para desconectar y recomponer mi vida, porque yo le he dedicado mi vida a esto. Mi apuesta ha sido tan fuerte que ha repercutido negativamente en mis relaciones personales y familiares. Eso sí, volveré porque no soporto las injusticias.