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El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha presidido este mediodía una misa funeral en la Fundación Asilo de Torrelavega dedicada a las víctimas del covid-19. Entre los residentes del centro que han fallecido durante la pandemia y que no pudieron ser despedidos ... como quisieran por sus familiares, se encuentran dos religiosas Josefinas de la Caridad que trabajaban en el centro.
La ceremonia religiosa, celebrada en el salón de actos de la Fundación Asilo San José –con con todas las medidas de seguridad para mantener la distancia–, contó con la presencia de familiares de los fallecidos. Todos ellos, algunos víctimas de la pandemia y otros mayores de la residencia fallecidos por otras patologías pero a los que no se pudo despedir con una misa funeral por la crisis del coronavirus, ahora la Fundación Asilo ha querido rendir un homenaje conjunto con la celebración de este emotivo y sencillo este acto religioso.
Sánchez Monge, que destacó que «los mayores han sido quienes han sufrido de forma especial esta pandemia», recordó las palabras del Papa Francisco en las que dice que «una sociedad que no respeta a sus mayores no puede ser una sociedad próspera para los jóvenes». El obispo de Santander insistió en que no se puede olvidar a los mayores, «y más después de unas circunstancias tan duras en las que hemos vivido con la crisis del coronavirus y en las que mucha gente no ha podido despedir a sus seres queridos como hubieran deseado, y por lo que ahora queremos aprovechar esta homilía para hacerlo de manera conjunta».
El obispo subrayó que «es momento de agradecer a nuestros mayores todo lo que han hecho por nosotros» porque «los ancianos no son solo el pasado, son también el presente y el futuro de la Iglesia», agregó. Por último, se refirió a los días de confinamiento que según dijo «también nos ha obligado a tener que vivir aislados y sin poder compartir esos momentos tan especiales con familiares y amigos, y en especial con nuestros mayores».
Asimismo, la misa réquiem contó con la asistencia de los párrocos de las iglesias de La Asunción y San José Obrero de Torrelavega, el secretario del obispo y todos los sacerdotes eméritos, así como los integrantes de la Junta Directiva de la Fundación Asilo, encabezada por su presidenta, Mercedes Izárraga López-Pisano, así como por una parte de los trabajadores de una plantilla compuesta por 595 empleados, de los que el 90% son mujeres. En la actualidad la Fundación Asilo San José cuenta con 400 mayores residentes y ofrece atención a unas 1.200 personas que, diariamente, dependen de alguna manera de esta institución benéfica.
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