El Gobierno adjudica la redacción del proyecto de la variante de Barreda

Esta actuación salvó a mediados del año pasado uno de sus últimos escollos al superar la Declaración de Impacto Ambiental. La Dirección General de Medio Ambiente consideró viable la construcción de la variante, un vial que discurrirá entre las localidades de Viveda y Duález, dado que «la actividad pretendida no implica una pérdida muy significativa de valores ambientales, paisajísticos y arqueológicos». Eso sí, la resolución concluía que eso será posible siempre que se lleven a cabo el conjunto de medidas preventivas y correctoras establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental, así como el Plan de Vigilancia Ambiental y otras condiciones establecidas por otras administraciones y organismos públicos.

La nueva carretera discurrirá entre el monte de Sierrallana y la vega fluvial Saja-Besaya, en terrenos de los municipios de Torrelavega y Santillana del Mar. El vial, de 2,6 kilómetros, concluirá cerca del 'Puente de los Italianos' para facilitar su conexión con la Avenida de Solvay (carretera N-611) y las autovías (A-8 y A-67). El promotor de la obra es la Consejería de Obras Públicas, a instancias del Ayuntamiento de Torrelavega.

En el periodo de consultas y alegaciones para la tramitación del expediente de Declaración de Impacto Ambiental participaron diversos organismos públicos, asociaciones ecologistas y particulares, siendo atendidas algunas sugerencias. Respecto a las medidas preventivas y correctoras que deberán adoptarse para paliar el impacto sobre los diferentes medios, la Dirección General de Medio Ambiente hace hincapié en las relativas a la atmósfera, geología y geomorfología, hidrología, edafología, vegetación, fauna, paisaje, población, patrimonio cultural y residuos.

En la tramitación del expediente se llevó a cabo un estudio de las seis alternativas de trazado que se planteaban para la nueva carretera, que tendrá una anchura de siete metros, arcenes y aceras o carril-bici. Tras el análisis efectuado, se concluyó que había una alternativa que presentaba una «clara superioridad» sobre las demás en todos los objetivos: medioambientales, funcionales y económicos. Esa alternativa, la elegida, prevé construir el vial aprovechando el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía Reocín con Hinojedo.

La Consejería de Obras Públicas sometió el pasado mes de agosto a información pública, a través de un anuncio publicado en el Boletín Oficial de Cantabria, el Estudio Informativo para la construcción de la nueva carretera. Además, acordó que el proyecto de construcción incluya los condicionantes establecidos en la Declaración de Impacto Ambiental. El consejero, José Luis Gochicoa, subrayó durante una visita a la zona que los estudios técnicos revelan que la variante absorberá entre el 30 y el 40% del tráfico rodado que ahora discurre por la arteria principal de Barreda, lo que contribuirá también a paliar la elevada contaminación atmosférica. La Avenida de Solvay es escenario de retenciones, especialmente en verano, por ser una de las salidas más utilizadas hacia la costa.