El Gobierno estudia la contaminación de una finca de Sniace en la carretera Viveda-Duález

La consejera del área, Jezabel Morán, resta importancia a este contratiempo y dice que, según le han avanzado los técnicos, podría tratarse «más de cómo proteger a los trabajadores que de un problema medioambiental». Morán afirma que la obra, una de las más importantes de la legislatura en la comarca del Besaya, «no está parada y avanza con normalidad». Pero El Diario Montañés ha podido comprobar que los trabajos de movimiento de tierras están parados en la referida finca.

El alcalde, Javier López Estrada, señala que el asunto entra dentro de lo previsible porque se está trabajando en terrenos industriales y «lo que toca» es ejecutar los trabajos con los mejores estudios, para que «nos permitan dilucidar cómo hemos de afrontarlos y cómo se va a descontaminar el suelo».

El portavoz del primer partido de la oposición, Miguel Ángel Vargas (PP), indica por su parte que este «nuevo retraso» en la realización de la obra, destinada principalmente a descongestionar el tráfico de la Avenida de Solvay (Barreda), pone de manifiesto el fracaso del «modelo de gestión» del equipo de gobierno (PRC-PSOE) y la necesidad de «poner rumbo en otra dirección».

Según Ecologistas en Acción, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha desestimado la ubicación en la parcela de la estación depuradora de aguas residuales que sustituirá a la de Vuelta Ostrera, entre otras razones, «por encontrarse el suelo y el agua subterránea contaminados con arsénico».

El colectivo ecologista afirma que si la CHC ha dicho que la finca supone un «riesgo inadmisible» para la salud de los trabajadores en el caso de que se hiciese la depuradora, «también lo será» en el de los operarios que están construyendo la carretera que unirá Viveda y Duález. Ante esta situación, lo ha puesto en conocimiento del Seprona y las direcciones generales de Medio Ambiente y Obras Públicas. Ecologistas en Acción entiende que las administraciones competentes han de realizar las comprobaciones necesarias dentro de la declaración de impacto ambiental del proyecto, garantizando de forma urgente la salud y seguridad de los trabajadores.

Las obras de construcción de la nueva carretera, adjudicadas a la empresa SIEC en 5,8 millones, se iniciaron el pasado mes de septiembre y permitirán mejorar la movilidad en la comarca del Besaya, especialmente en la travesía de Barreda, que sufre problemas de tráfico y contaminación. El plazo de ejecución de los trabajos es de dos años.

La historia de la Avenida de Solvay, la arteria principal que cruza la localidad de Barreda, está marcada desde hace más de medio siglo por las retenciones y la polución que genera el denso tráfico. Primero como carretera nacional (N-611) y después como travesía urbana, ha venido padeciendo un grave problema que ahora se pretende solucionar con la variante.

El proyecto define los trabajos del nuevo vial de acceso rodado y peatonal entre Viveda y Duález, así como su conexión con la Avenida de Solvay a través del Puente de los Italianos, que también será reformado. López Estrada ha pedido que las obras terminen «lo antes posible» en ese paso elevado sobre el río Saja-Besaya, dado que «afectan directamente al casco urbano de la ciudad».

El objetivo final es ofrecer una alternativa al tráfico entre Viveda y Torrelavega, que actualmente recae casi en exclusiva sobre la N-611 a su paso por Barreda. Este tramo es la principal vía de comunicación para los desplazamientos entre la capital del Besaya y Viveda, localidad desde la que los trayectos se dirigen hacia Suances y, en menor medida, Santillana del Mar y Comillas. En una fase posterior, se construirá un nuevo tramo entre Duález y Ganzo.