Las grúas desarman la noria gigante de Torrelavega tras desplomarse el miércoles

La noria gigante se despide este jueves de Torrelavega después de haber pasado toda la madrugada colapsada y acordonada por seguridad, tras desplomarse su eje central 24 horas antes y sobresaltar a los vecinos del barrio de El Zapatón y el centro de la ciudad en general. Los planes de la empresa responsable de la atracción, adelantados ayer por El Diario Montañés, se han cumplido y las grúas solicitadas por la misma tras el suceso ya han llegado a la explanada para proceder al desmontaje en condiciones de seguridad. Son tareas complejas y basta ver las imágenes para corroborarlo. Los trabajos concluirán este mismo jueves, según han informado los propios operarios de la empresa.

Para desarmar la noria, los operarios ascienden unos 20 metros sobre la cesta de la grúa para ir desarticulando o separando cada uno de los radios que quedaron 'colgando' ayer, algunos dañados desde que impactaron contra el suelo. Las indicaciones entre estos, el trabajador que dirigía la grúa y los que vigilan las maniobras desde el suelo, han formado parte de la banda sonora de El Zapatón desde cerca de las ocho y media de la mañana, convocando a decenas de curiosos que querían hacer seguimiento del asunto 24 horas después.

Mientras tanto, las piezas del eje central han ido quedando apiladas sobre la finca poco a poco, poniendo fin a un suceso que, aunque quedó casi en una anécdota, pudo acabar en una auténtica tragedia teniendo en cuenta el gran tamaño de esta rueda gigante (50 metros) y su ubicación junto a los edificios y las terrazas de hostelería de un barrio tan populoso como El Zapatón. No hubo que lamentar ningún daño personal ni material ayer, más allá de los hierros o segmentos de la grúa que quedaron afectados por el golpe.

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