Los hosteleros lamentan que las terrazas covid no se prorroguen hasta el otoño

Javier Bedia, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, tiene claro que toda excepcionalidad tiene «un principio y un final», pero no está de acuerdo con el momento de ponerla fin: «No hubiera pasado nada si aplican la medida a partir de octubre y no ahora, en plena temporada alta. Entiendo la medida, pero la fecha no es la más apropiada. Además, en breve comenzarán las grandes fiestas de Torrelavega».

Pedro Molleda, propietario del Bar Avenida, opina lo mismo: «Tenían que haberlo dejado para septiembre. Estamos en pleno verano y pronto también en fiestas. Tampoco han tenido en cuenta como está Torrelavega, con más de 500 locales cerrados, ni que a la gente ahora le gusta estar fuera de los establecimientos».

Leticia Blas, del pub La Reserva, dice que tenían cuatro mesas «pequeñas» y añadieron tres con el «permiso» de los negocios próximos, pero no pudieron aprovechar la ampliación al «cien por cien» porque «estuvimos 17 meses cerrados y sufrimos un montón de restricciones». «Para nosotros -añade- los efectos covid no han pasado. Nos va a llevar mucho tiempo recuperar el dinero perdido. La terraza es el plus que necesitamos. Genera el 70% de la facturación. Somos un local chiquitito, sin aire acondicionado y la gente se ha habituado a estar fuera».

La responsable de La Reserva afirma que la orden que pone fin a las terrazas covid llega en un momento «pésimo», porque «no han esperado ni a que terminasen las fiestas de La Patrona». Además, se queja de que no la hayan avisado con suficiente antelación, dado que «tengo mobiliario que no sé dónde meter».

La otra cara de la moneda es la Mesa de Movilidad del Besaya. Uno de sus portavoces, Fernando Peña, aplaude la medida, a la vez que recuerda que el Ayuntamiento la ha venido dilatando «desde hace un año». El colectivo presentó un escrito a la Policía Local en enero para denunciar el «grave incumplimiento» de la ordenanza municipal reguladora del espacio público, invadido en parte por mesas, sillas y otros elementos auxiliares.

Ante la falta de respuesta y dado que ya se ha hecho pública la resolución de la Alcaldía, volverán a registrar el documento. En él señalan el «grave trastorno» que están sufriendo los ciudadanos, especialmente los que tienen movilidad reducida o dificultades de visión. «No se está garantizando la accesibilidad y eso afecta también a la seguridad sanitaria, la protección del arbolado y de manera especial la calidad del espacio público, que todos tenemos derecho a disfrutar», concluye Peña.

Concretamente, el alcalde, Javier López Estrada, ha decidido dejar sin efecto la resolución que firmó el 16 de mayo de 2020 para conceder permisos especiales a los hosteleros del municipio que les permitiesen ampliar sus terrazas, espacios que ahora deberán ajustarse a las autorizaciones otorgadas de acuerdo con la ordenanza municipal. El regidor hace hincapié en que, una vez finalizados los estados de alarma y las últimas restricciones de la Consejería de Sanidad, ya no existe limitación alguna aplicable a las terrazas desde el punto de vista sanitario, por lo que «debe decaer la posibilidad excepcional arbitrada en su día para paliar los efectos del covid en el sector».

López Estrada ha ordenado a la Policía Local que proceda a la inspección periódica del cumplimiento de la resolución, que, de momento, no ha tenido ningún efecto en los establecimientos afectados, salvo el disgusto de sus propietarios por el momento en el que se ha firmado. El regidor ha justificado también su decisión en que el Boletín Oficial del Estado publicó el pasado 5 de julio el acuerdo del Consejo de Ministros por el que se declaró la finalización de la situación de crisis sanitaria.

Fue hace tres años cuando el alcalde firmó la resolución mediante la cual, ante la situación provocada por el covid, se adoptó la medida excepcional de establecer la posibilidad de otorgar permisos especiales para incrementar la superficie destinada a las terrazas. Se daba así luz verde a la instalación de más mesas siempre que los espacios públicos o privados de uso público pudiesen cumplir las disposiciones dictadas al respecto por las autoridades sanitarias. También se debía respetar el tránsito peatonal, pasos de cebra, accesos a portales, locales comerciales u otras limitaciones y condiciones previstas en las referidas disposiciones de las autoridades.

En otro de sus apartados, la resolución establecía que aquellas autorizaciones especiales tendrían efecto únicamente durante la vigencia del estado de alarma y sus posibles prórrogas o de la existencia de medidas restrictivas en la actividad hostelera.