El interventor municipal deja Torrelavega para irse al Ayuntamiento de Santander

Casimiro López García que llegó al cargo en junio de 2016 en sustitución de José Vicente Martín, se va al Ayuntamiento de Santander en comisión de servicios, tal y como explicó el alcalde, Javier López Estrada, a los portavoces de los grupos municipales al término del pleno.

Más allá del problema que supone perder un nuevo funcionario y más si cabe al frente de un departamento clave como es la Intervención, en el caso de los interventores, al igual que sucede con los secretarios, un agravante añadido es que no es fácil encontrar sustitutos. En los últimos años, la falta de personal clave como secretarios, interventores y tesoreros trae de cabeza a los ayuntamientos de Cantabria, que ven como los expedientes se retrasan, e incluso caducan, las facturas se acumulan y los controles se debilitan.

El déficit de habilitados nacionales, que es como se denomina a estos funcionarios, no es de ahora. Se viene arrastrando desde hace años porque el Gobierno central, que es el responsable de convocar las plazas, lo hace con cuentagotas y de manera insuficiente para atender la demanda de todos los ayuntamientos de España. De este modo, decenas de ayuntamientos de la región se enfrentan, cíclicamente, al bloqueo de su burocracia y de sus gestiones cuando causa baja, por enfermedad o jubilación, el secretario o el interventor titular. En este sentido, el Ejecutivo cántabro hace lo que puede para que «el ayuntamiento no quede desasistido», señalan desde la Dirección General de Administración Local, y desde el año pasado se está trabajando en la creación de una bolsa de trabajo autonómica para interventores, secretarios y tesoreros interinos para «cubrir», subsidiariamente, las vacantes cuando el Estado no pueda hacerlo. Hace ahora un año, 33 de los 102 ayuntamientos de Cantabria carecían de un secretario, interventor o tesorero titular, vacantes que están siendo ocupadas por interinos en la mayor parte de los casos o por otro funcionario de la misma categoría del propio ayuntamiento que le suple en cuestiones puntuales en el resto de los casos.

Es la alternativa a la que de forma temporal se acogerá el Ayuntamiento de Torrelavega recurriendo a una funcionaria que ya cuenta con experiencia en el cargo. Otro problema en la capital del Besaya es la falta de personal en el Consistorio, una situación que en reiteradas ocasiones han denunciado los sindicatos, ya que muchas de las plazas que quedan vacantes no se reemplazan.

Ante los problemas para que estos cargos sean cubiertos por funcionarios con habilitación nacional, seleccionados por la Administración del Estado, los alcaldes piden auxilio a la Administración Local regional, que, con esfuerzo recurre a distintas fórmulas para cubrir estos puestos y que no quede ningún ayuntamiento desasistido. Así, se proveen las vacantes mediante nombramientos interinos o nombramientos accidentales de funcionarios del propio ayuntamiento.