Jóvenes con discapacidad se lanzan al agua

Estos jóvenes han disfrutado de la oportunidad de participar en un proyecto que pretende formar a personas discapacitadas en deportes náuticos, y en este caso en paddle surf, que como explica Sergio García «tiene unas características que para personas con discapacidad o movilidad reducida puede resultar satisfactoria ya que el objetivo es que disfruten y que tengan contacto con el agua».

«Queríamos que esta experiencia sirviera para mostrar a los jóvenes con algún tipo de discapacidad que pueden llevar a cabo esta actividad y que además según sus monitores y el equipo médico del centro puede tener unos resultados beneficiosos para los chicos», explica Sergio García, director de una escuela de surf en San Vicente de la Barquera. David, Jorge y Ángel son los tres jóvenes que han participado en esta iniciativa pionera, y según el director del centro de educación especial Fernando Arce, Francisco Linares, «los resultados, aunque aún estamos en fase de pruebas y ensayos, son muy beneficiosos para las personas con movilidad reducida que ven como con ayuda pueden desarrollar una actividad en un medio al que no están acostumbrados como el agua».

Con el fin de aprovechar al máximo la experiencia y esta parte dedicada al paddle surf adaptado se contó con la asistencia de Sergio García, que explicó que ya en alguna ocasión ha trabajado con personas con discapacidad visual, y que reconoce su interés por impulsar la práctica de deportes náuticos entre las personas que sufren movilidad reducida. «Queremos demostrar a los participantes que no hay barreras y que las personas con discapacidad pueden practicar este tipo de deportes, por lo que deben estar preparados y aprender todas las técnicas y metodología que les pueda servir para afrontar este tipo de clases», indicó García. En este sentido, destaca que «lo más importante es el agradecimiento que sientes de estas personas cuando ven qué es posible participar en una actividad como ésta. Yo que llevo años impartiendo clases estos alumnos son los más agradecidos y su sonrisa no tiene precio», señala. Además recuerda que «no deben tener ningún problema porque a ellos mismos tampoco les gusta que les traten de forma diferente». El director del centro de educación especial, dependiente de la Fundación Asilo, señala que la idea de esta experiencia piloto, que ya ha tenido otros ensayos en la playa de El Sardinero, es que «podamos introducir este tipo de terapias que son beneficiosas para los alumnos, y que también se lleva a cabo en otro tipo de ámbitos como la terapia con animales, y que también está demostrado que resulta muy positivo para estos jóvenes con discapacidad».

El centro de educación especial Fernando Arce se inauguró en el año 1971. Por razones históricas, hasta hace muy pocos años era la única institución con funciones específicas de atención a personas con discapacidad, en un ámbito geográfico próximo a las dos terceras partes de la comunidad autónoma. Servicio de diagnóstico, rehabilitación y formación de especialistas tuvieron en este centro su primera y exclusiva promoción.

En esta línea de mejora y crecimiento permanente el Centro Fernando Arce promovió la creación de Feaps-Cantabria (Asociación de Entidades de Cantabria en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) de la que actualmente sigue siendo miembro activo. A su vez Feaps-Cantabria pertenece a la Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps).

Francisco Linares recuerda que «la misión de los centros y servicios del colegio Fernando Arce es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias y su objetivo es la integración social de todas las personas con discapacidad para que puedan tener acceso a servicios y apoyos que posibiliten el ejercicio de su derecho a gobernarse a sí mismas y promocionen su condición de ciudadanos de pleno derecho».