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El parque infantil del Manuel Barquín y su espectacular cubierta cumplen un año desde su inauguración y el proyecto, que arrancó no exento de críticas, finalmente ha calado entre los cientos de torrelaveguenses que lo utilizan a diario y fuera, hasta el punto que ... la estructura se ha convertido en modelo a imitar por otros municipios de la región.
Cientos de personas acudieron hace un año a la inauguración del nuevo parque infantil cubierto levantado en una de las esquinas del pulmón verde de la ciudad. El recinto se llenó por completo de niños y niñas acompañados de sus familiares, para estrenar los nuevos juegos, y disfrutar de las diferentes animaciones creadas por la compañía Malabaracirco, que guiaron a los más pequeños con cuentos y actuaciones a través del parque aprovechando la temática del mismo.
No faltó el acompañamiento musical durante la actuación de Malabaracirco, y después la banda de música municipal interpretó piezas infantiles para amenizar la tarde, entre las que destacaron 'Aladdin', 'El rey León' y otros temas de Disney. Leo, Sara y Bosco fueron los niños encargados de cortar la cinta inaugural.
Las obras del parque comenzaron en enero de 2018 con la retirada de una docena de árboles del perímetro exterior donde iría ubicada la cubierta y que desató la primera polémica con concentraciones de vecinos que protestaron por la tala de estos ejemplares. Los detractores señalaban que la estructura de la cubierta supone un grave impacto paisajístico en la zona aunque también había vecinos que se mostraban a favor, aunque muchos criticaron el alto coste de la obra, superior al medio millón de euros. Los primeros meses los trabajos consistieron en la cimentación y ya en el mes de mayo comenzó a levantarse la estructura. Los trabajos concluyeron a los seis meses, inaugurándose con una gran fiesta el viernes 20 de julio. El actual diseño no fue el único contemplado, primero se barajaron otros más modestos, pero al final se optó por uno de gran amplitud formado por tres cuerpos solapados entre sí, con estructura de madera (nueve pórticos curvos de 20 metros de longitud), y una cubierta curvilínea de policarbonato traslúcido que permite el paso de la luz, de última generación, autolimpiable con el agua de lluvia, y que protege también de la radiación solar.
La estructura de madera se fabricó en Cantabria, el policarbonato vino de Israel y los engranajes llegaron de Venezuela. Desde su inauguración, otras localidades cántabras han iniciado proyectos similares de cubrición de pistas y parques infantiles, algunas con diseños muy similares al de Torrelavega.
La superficie es de 600 metros cuadrados y el diseño juega con los colores y formas del pavimento, que tiene la función de estimular el aprendizaje del niño. Consiste en un río que delimita las zonas, a un lado deja el juego del montículo con el tobogán y el túnel, y al otro lado los diferentes columpios y la tirolina. El juego principal del castillo queda en una isla rodeada por el río indicado. Mediante el empleo de diversos elementos dibujados relacionados con la naturaleza y la temática general del parque Manuel Barquín, como copas de árboles, o rocas para cruzar los ríos se estimulan los sentidos para la mejor percepción del mundo exterior y el conjunto busca favorecer la imaginación de los niños. El suelo también incluye un juego de la pita. Los trabajos se completaron con la zona ajardinada del perímetro exterior, que se arboló de nuevo y se introdujo el riego automático por goteo.
20
Metros de longitud tienen los nueve pórticos curvos de la gran estructura de madera
La obra se licitó inicialmente en 608.949 euros y finalmente se adjudicó en 426.283 euros a la empresa SIEC. Ahora, resultado de un proceso participativo que se inició en septiembre de 2018 y que ha contado con estudios, análisis previos, y elaboración de material, sesiones presenciales abiertas, encuentros con colectivos y una encuesta por medios digitales y en papel, se va a llevar a cabo la reforma integral del parque Manuel Barquín, con un proyecto de unos dos millones de euros. El objetivo es que sea un parque que responda a las necesidades de ocio y de encuentro de los torrelaveguenses. El concejal responsable de parques y jardines, José Luis Urraca, destaca que la plasmación de múltiples ideas propuestas y consensuadas servirá para mejorar y convertir el Manuel Barquín en un parque de referencia, en el verdadero pulmón de Torrelavega, y en algo más que una simple zona de paso de una a otra parte de la ciudad.
«Desde su primer día, aquel 20 de julio de 2018 en que se inauguró, el nuevo parque infantil cubierto fue todo un éxito. Entró en funcionamiento precisamente en uno de los veranos más lluviosos que se recuerdan en Cantabria, demostrando que un lugar de estas características, resguarda tanto de la lluvia como del sol y permite disfrutar a los niños con sus familias los 365 días del año», apunta el edil, que recuerda las duras críticas recibidas durante los seis meses que llevó su construcción, pero «hoy es una gozada verlo siempre lleno de gente, de niños jugando, perfectamente integrado en el paisaje del parque Manuel Barquín, con esa sensación que la amplitud y el carácter traslúcido de su cubierta dan de estar al aire libre y de poder ver los árboles desde el interior». Ahora, tras el proceso participativo realizado, Urraca recuerda que en esta nueva legislatura toca llevar a cabo la reforma integral del parque para que «sea más atractivo para la gente».
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