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El Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 2 de Santander ha admitido a trámite el recurso presentado por la asociación ecologista DEVA en el que ... impugna los contratos firmados por el Ayuntamiento de Torrelavega para la celebración de dos desfiles con animales vivos durante la programación de las pasadas Navidades. La denuncia del colectivo ecologista se refiere a los dos eventos celebrados en Nochebuena y la víspera del día de Reyes, en los que se contrataron los servicios de renos y dromedarios dentro del programa de actos organizado por el Consistorio a través de la Concejalía de Turismo.
La asociación Juristas por la Defensa de los Animales y el Medio Ambiente de Cantabria (DEVA) presentó el pasado mes de diciembre una denuncia y solicitó medidas cautelares contra los paseos de renos y dromedarios por Torrelavega anunciados por la Concejalía de Turismo para animar el comercio y la hostelería durante las fiestas navideñas. Según el colectivo animalista, la actividad programada por el Ayuntamiento para las vísperas de Navidad y de Reyes vulnera la Ley de Protección de los Animales de Cantabria y la ordenanza municipal reguladora sobre protección y bienestar de los animales, además de que genera estrés y supone maltrato físico y psíquico a estos.
La asociación solicitaba en su escrito a la responsable de la Concejalía de Turismo y Comercio retirar de forma urgente dicha decisión y reemplazarla por otras que «no incluyeran maltrato de animales, prohibido en la Ley Autonómica y la ordenanza del municipio que reglamentan la protección y bienestar de los animales». Asimismo, pedía, amparada por la Ley de Transparencia de la Actividad Pública, que remita el documento administrativo por el cual se redactó y firmó el contrato menor de prestación del servicio para la celebración de esta actividad navideña en el municipio, junto con el respectivo procedimiento de adjudicación, formalización, términos del contrato, contenido y límites, así como pólizas de responsabilidad civil extracontractual.
La asociación lamentaba que no había recibido respuesta, y ya advirtió de que, por cuestión de plazos, se llevarían a cabo esas actividades populares, «desapareciendo el objeto de sus pretensiones», que «no era otra que evitar el desfile de estos animales por el estrés y el consecuente maltrato físico y psíquico que les supone».
Asimismo, la asociación Juristas por la Defensa de los Animales y el Medio Ambiente de Cantabria insiste en que tanto la ley autonómica como la ordenanza municipal de Torrelavega han sido creadas expresamente para establecer dentro del territorio de la comunidad autónoma y del municipio «medidas que garanticen la protección de los animales y luchar para que tengan una vida digna o de bienestar, y que por ello prohíben expresamente el maltrato físico y psíquico de los animales y prohíben el uso de animales en espectáculos cuando esto les pueda provocar daños físicos y/o psíquicos». En este sentido, apuntaba que «hasta el momento se ha logrado que tanto la comunidad autónoma como la ordenanza de Torrelavega restrinja o prohíba el uso de animales en espectáculos y otras actividades si ello puede ocasionarles sufrimientos o pueden ser objeto de burlas o tratamientos indignos, exceptuando única y exclusivamente los toros».
Igualmente, el colectivo agregaba que la Ley no define sufrimiento como si lo hace la ordenanza municipal en el artículo 4, donde diferencia entre maltrato físico -daño infringido a un animal ya sea por acciones directas o indirectas, que le causa dolor, lesiones, deformaciones, defectos graves, caquexia, deshidratación, e incluso la muerte-, y maltrato psíquico, definido como el daño infringido a un animal que le provoca ansiedad, temor, angustia, intentos de fuga, agresiones defensivas, paralización, jadeo, taquicardia, temblores, espasmos musculares, micción, defecación, u otros signos derivados de la situación dañina, incluido el aislamiento social».
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