Secciones
Servicios
Destacamos
«Estaba tomando algo con mis compañeros de clase cuando se me acercó un conocido y empezó a insultarme». Así comienza el relato de una joven transexual de 18 años que fue atacada y perseguida el pasado sábado en Torrelavega cuando tomaba algo en un ... bar de la zona de vinos de la localidad.
La chica conversaba tranquilamente con sus amigos cuando se le acercó un antiguo compañero de clase. «Coincidí con él por última vez en tercero de la ESO, ahora estoy en segundo de Bachiller», apunta. El joven comenzó a dirigirse a ella por su antiguo nombre, «aunque conocía perfectamente mi situación». Lo hacía en voz alta, llamando la atención de las personas de alrededor y con la intención de que le oyera su grupo de amigos, que se habían quedado a varios metros y observaban la escena. «Comenzó a meterse con mi físico y a preguntarme que por qué llevaba falda. También me insultó con palabras como 'travelo' y 'maricón'».
La joven transexual comenzó a sentirse incómoda ante la incertidumbre de desconocer si el grupo quería agredirla o desvestirla. «Empezaron a acercarse los demás, yo estaba muy asustada», narra. Cuando estaban cerca y al no saber cómo reaccionar, la joven cogió una botella de la mesa, «como autodefensa», y dio un golpe con ella en la pared «con la intención de que dejasen de acercarse a mis amigos y a mí». En ningún momento pensó en atacarles, sólo quería que se fueran. «Creo que no se esperaban mi reacción, porque se quedaron parados y no continuaron su camino».
La chica no esperó a que el grupo decidiera si se acercaría a ella o no. Dejó la botella en el suelo y comentó a una de sus amigas que quería irse del lugar. Juntas empezaron a andar y a alejarse del bar, pero a pocos metros su compañera miró hacia atrás y le dijo: «Corre que van a por ti». La joven transexual se dio la vuelta y comprobó que, efectivamente, muchos jóvenes corrían en su dirección. «Me puse a correr más rápido que en toda mi vida». No paró hasta que consiguió llegar a su casa. Una vez allí, contactó con sus amigos a través de una aplicación del móvil para indicarles que había llegado y que los agresores no le habían alcanzado.
Sus amigos, un total de seis personas, contestaron a la joven y le contaron que el grupo se había dirigido a ellos para insultarlos por estar con ella. «Aunque no llegaron a agredirles físicamente. No entiendo que la tomaran con ellos por relacionarse conmigo». Le contaron que, mientras la perseguían, pudieron contar cuántos agresores eran, un total de 20 jóvenes. «Ni siquiera me conocían, únicamente el que se acercó en primer lugar y otro que pude ver en el grupo que se había quedado rezagado».
La víctima continuó hablando con sus compañeros a través del móvil y «me preguntaron si quería denunciar lo que había pasado». No se lo pensó y quedó con ellos en la Comisaría de la Policía. Allí relató los hechos e interpuso la correspondiente denuncia. Desconoce si el incidente irá a juicio, pero espera que su vivencia «sirva para algo» y que se acelere la puesta en marcha de una normativa que proteja a las personas del colectivo LGBTI. «Algunas personas juegan con nuestras vidas». Salvo sus compañeros, ninguna de las personas presentes en el bar intervino cuando observaron que increpaban a la joven.
También apunta que, aunque ella ha cumplido recientemente la mayoría de edad, cree que el chico que se le acercó en primer lugar aún no tiene 18 años. «Los demás están entre los 16 y los 18, muchos parecían menores». Aunque sean menores de edad por pocos meses, indica que esa situación provoca «que tengan mayor protección frente a la ley». «Aunque tengan uno o dos años menos que yo, son mucho más altos y fuertes. Pienso que si hubieran llegado a pegarme y yo me hubiese defendido con agresiones físicas, sería posible que ellos me denunciasen a mí y saldría peor parada por ser mayor de edad y pegar a unos 'niños'».
La presidenta de Alega (Asociación de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Cantabria), Kiara Brambilla, condena la agresión y reitera la necesidad de que se apruebe en el Parlamento la Ley LGBTI. «Lleva meses parada y es urgente que se ponga en marcha antes del final de la legislatura». Si no se aprueba antes de abril, «se pospondrá mucho más en el tiempo porque habrá que volver a plantearla. Necesitamos protección ya».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.