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Son los raíles sobre los que circulará el tren mientras las vías se soterran, las partes que componen el desvío del tren y que serán ensambladas una a una a lo largo de los próximos meses desde las pistas de skate de La Lechera - ... que serán derribadas- hasta el tanque de tormentas de La Inmobiliaria. Una vez acoplados, conformarán 1,4 kilómetros de desvío temporal por el arco norte, la solución provisional ejecutada por Adif y que hará posible el soterramiento de las vías originales, por el centro de Torrelavega. La ciudad no toca el soterramiento con los dedos todavía, pero los raíles que propiciarán su ejecución sin interrumpir el tráfico de Cercanías ya se están apilando en el aparcamiento de La Lechera. Cuatro camiones llegaron aquí este mismo lunes con cerca de un centenar de estos carriles ferroviarios, los que se ven en la fotografía -y que más de un curioso ya ha visto durante su paseo por el Bulevar Ronda o a la hora de coger el coche-; hoy, llegarán dos vehículos pesados más con cerca de 25 raíles cada uno.
Su ensamblaje no se hará mañana, eso sí. Hay un cartel muy revelador de los tiempos de la obra: el espacio solicitado para la obra al Ayuntamiento y acotado para el acopio de materiales relacionados está reservado hasta el 30 de mayo de 2025. Esas fechas encajan más o menos con el cronograma que manejan últimamente las instituciones, desde el Ayuntamiento hasta Adif. Según los planes oficiales, el desvío del tren estaría preparado para absorber el tráfico ferroviario a mediados del año que viene; entre tanto, saldrá a licitación la obra del soterramiento, con vistas a su ejecución desde finales de 2025 o principios de 2026.
Sólo entonces, cuando las palas empiecen a enterrar las vías a su paso por el centro, los raíles que hoy se apilan en La Lechera empezarán a soportar el paso de los trenes. Será así durante cuatro años como mínimo, pero una cosa es lo que pueda decir el papel y otra cómo se desarrollen las tareas en la realidad. Todas las obras se pueden complicar y alargar; y el soterramiento, la obra de ingeniería más importante que se va a ejecutar en la historia de esta ciudad, no es una excepción.
De momento, la llegada de los raíles refleja los avances de la integración ferroviaria y las metas que el Consistorio lleva persiguiendo durante años. «No hay vuelta atrás. Llevamos años trabajando para lograr estos objetivos. Aquí están las pruebas», celebra el alcalde, Javier López Estrada.
¿Y cómo va la obra del desvío en general? Uno de los grandes focos de actuación en estos momentos se halla en la frontera entre la entrada al centro urbano de Torrelavega y Barreda, esto es, justo donde el tren girará y abandonará la vía original para pasar a la provisional. Eso ocurrirá sobre el arroyo Sorravides. Aquí los operarios trabajan ya para asegurar el nuevo paso elevado y crear un 'puente' a modo de transición entre ambas vías. Es sólo uno de los grandes cambios pendientes. Quedan el derribo de las pistas de skate; el corte del puente entre Aspla y Sniace; la pasarela provisional al Patatal...
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