Ico Mallavia, hijo de 'El Grande

La ciudad ha perdido a uno de sus vecinos netamente 'torrelaveguense', Federico Mallavía del Río, 'Iquín', hijo de Ico 'el Grande' y de Juanita, y nieto de Telesforo Mallavia, ambos de los jugadores de bolos más importantes que ha dado esta ciudad. Llamero de pura cepa, vino al mundo en La Llama en una de las numerosas casas propiedad de su familia, ya que fueron los Mallavia quienes construyeron los edificios más emblemáticos de principios del siglo XX en este barrio, donde asentaron la vida y destacaron en la empresa y en el deporte.

Vivieron en el número seis de La Llama, en el segundo piso, donde Ico y Juanita habían criado una larga familia formada por Telesforo, 'Teles', Ricardo, ambos también fallecidos, Carmina, José Luis, José María, Arturo y José Antonio. Además de por la gran raigambre bolística de los Mallavia, aunque Iquín nunca jugó profesionalmente, tenían en nuestro mismo barrio su fábrica de gaseosas y sifones, 'La Pitusa' y 'Mallavia', dos marcas señeras en Torrelavega en la producción y distribución de bebidas, junto a la de Rodríguez 'El Coco'.

Federico siguió profesionalmente ligado a la empresa familiar hasta su jubilación. Quienes le conocimos siempre decíamos que con la edad de descanso laboral también le había llegado la segunda juventud. Gran parte responsabilidad en ello fue de su esposa, Conchita Vidiella, una leonesa criada en Torrelavega con la que se casó. Conchita es una artista en muchísimas facetas pero especialmente en la danza, la poesía, la pintura y en la dicción, ya que son afortunadas sus recitales en emblemáticos poetas, no en vano trabajó durante varios años en la entonces Radio Torrelavega de locutora, junto a los mejores profesionales que tuvo esta emisora.

Iquín fue un hombre discreto, callado, siempre sonriente y muy amable, que secundaba perfectamente a Conchita en todos sus proyectos culturales. Fue un hombre elegante, siempre bien vestido, y representando muchos menos de los años que tenía, seguramente por la juventud que le imprimía su esposa. Entre sus nietos destaca Pablo Mallavia un estilista de proyección nacional que viste algunas de las figuras más emblemáticas de la televisión. Pablo, además de un nieto, era un hijo para Federico Y Conchita. Quienes nacimos y nos criamos en La Llama nos sentimos aún como una gran familia a pesar de las décadas que han transcurrido desde los años 50 y 60 cuando nuestro barrio era una pequeña ciudad dentro de la gran ciudad. Nos sentíamos familia y como tal nos tratamos. Han sido centenares los Torrelavega eses que sean unido estos días al dolor que sienten tras su pérdida y que cuentan con el cariño y simpatía del 'Torrelavega de toda la vida'. Descanse en paz un hombre que se esforzó por hacer agradable la vida a los demás y que nos deja un buen recuerdo.

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