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El Gobierno de España ayudará a Torrelavega con la costosa rehabilitación del antiguo edificio de la Cámara de Comercio, infrautilizado y pendiente de una inversión desde hace años. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana atenderá la solicitud del Ayuntamiento y financiará la actuación con más de medio millón de euros (570.813), sufragando así la mitad del presupuesto de una obra valorada en 1.045.744 euros y enmarcada dentro del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos, a su vez bajo el paraguas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La noticia ha sido ampliamente celebrada este miércoles tanto por el alcalde, Javier López Estrada, como el concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, satisfechos con la mano tendida del Ejecutivo central y también la calificación del proyecto, el cuadragésimo mejor valorado en una lista de 405 solicitudes seleccionadas de toda España –sin contar 660 propuestas que han quedado fuera–.
Al margen de lo económico, la mano tendida del Estado supone una ayuda fundamental para que la maquinaria administrativa empiece a funcionar. A partir de aquí, Madrid sólo pide a Torrelavega una cosa más. Un requisito:que el lavado de cara esté terminado antes de octubre de 2024. Teniendo en cuenta los diez meses de plazo de ejecución fijados en el proyecto bastaría con que la obra de comienzo antes de agosto del año que viene, aunque el Ayuntamiento es más optimista y confía en que las máquinas lleguen al edificio «a principios de 2023», como ha estimado López Estrada.
El alcalde ha sido uno de los muchos responsables del equipo de gobierno (PRC-PSOE) obligado a dar la cara por el proyecto cuando la inversión se vio duplicada, en la pasada primavera. La rehabilitación del edificio de La Llama pasó de costar 400.000 euros, a criterio de los técnicos municipales, a más de un millón en cuestión de semanas, como reflejó el proyecto final. Llegó la Comisión de Obras de abril, y el trecho entre el desembolso previsto y la realidad se tradujo en una oleada de críticas por parte de los grupos de la oposición, indignados con un presupuesto «disparatado», «no prioritario» y que, además, seguía a la compra reciente del edificio a la Cámara de Comercio, por 761.248 euros.
Sin quedar apaciguados del todo, aquellos reproches quedan algo diluidos gracias a la mano tendida del Estado, que ojo, arroja luz sobre la financiación para revitalizar esta antigua sede pero no sobre su futuro concreto. Eso sigue pendiente de un debate. La coalición parece tener claro que el inmueble cobijará las oficinas de algunos servicios municipales, pero no sabe cuáles ni cuántos. «Eso sigue en el aire», ha reconocido este miércoles Pedro Pérez Noriega, a preguntas sobre este tema.
Entre tanto, el Consistorio se prepara para abordar los detalles del proyecto de rehabilitación y cumplir con los condicionantes que estipula el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), desde la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental, la reducción del consumo de energía primaria no renovable en un 30%, la accesibilidad, la habitabilidad y, con todo esto, la conservación del parque edificatorio de la capital del Besaya.
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