El Ministerio da luz verde a las primeras obras del soterramiento de Torrelavega y la llegada de las máquinas en junio

Ahora que la directora general de Planificación, Estrategia y Proyectos de Adif, Montserrat Rallo, ha cumplido con la palabra dada en la última comisión de seguimiento, el proyecto para enterrar las vías y propiciar el abrazo de las dos mitades de Torrelavega después de más de cien años separadas tiene todos los papeles en regla para salir a licitación. Declaración ambiental, informes de inundabilidad... Después de un mar de escritos, permisos y promesas, la obra más esperada en la historia reciente de la ciudad se asoma a la realidad de los vecinos para pisar la calle por primera vez. El calendario de la integración ferroviaria apunta a que el inicio de las obras se producirá en cuestión de semanas:licitación, adjudicación y llegada de las máquinas. El desvío provisional es el principio de todo:costará 4,5 millones –cofinanciados por el Ministerio, el Gobierno de Cantabria y Torrelavega al 50, 30 y 20%– y empezará a ejecutarse en junio.

La llegada de esta carta con el membrete de Adif al buzón del Ayuntamiento es el hito que han estado esperando todas las corporaciones y equipos de gobierno a lo largo de las últimas décadas. Con la aprobación del proyecto de la vía auxiliar, la Administración tiene vía libre para sacar las labores a licitación, rezar para que todo vaya bien y encargar los trabajos al filo de la campaña y el escrutinio electoral.

Pase lo que pase y caiga quien caiga, de lo que no hay dudas a estas alturas es del itinerario que harán los trenes a lo largo de este desvío alternativo. Pasados doce meses de tareas, la capital del Besaya contará con una vía auxiliar capaz de sustituir al itinerario ferroviario tradicional a lo largo de la ronda de circunvalación: este nuevo trayecto, el mismo al que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias acaba de dar el visto bueno, se construirá en la zona norte del perímetro de la ciudad, es decir, justo entre el puente sobre el Saja-Besaya y la rotonda de La Inmobiliaria, ocupando la acera situada junto a la ribera –pavimento que, mientras dure el servicio, quedará eliminado del mapa–.

Y hablando de eliminar. El desvío atañe directamente a las pistas de skate de La Lechera. Su traslado sigue pendiente de un proceso de mudanza complicado y que, aún todavía, descartado El Patatal, no conoce destino a dos meses de la obra.

Ese puzle sigue sin solución, pero seguramente es de los que menos preocupa a los vecinos. La obra del soterramiento y, dentro de esta, la de la vía auxiliar, es la iniciativa más ambiciosa a la que se ha enfrentado el suelo de Torrelavega en décadas. Valorada en cerca de 80 millones –sobre el papel– no hace falta decir que su ejecución no será un camino de rosas. Las máquinas van a poner la ciudad patas arriba. Habrá ruidos, molestias y seguramente hasta problemas muy serios en las zonas inundables del municipio.

Prácticamente desde el verano pasado, el día que el Ministerio presentó el proyecto del soterramiento en un encuentro institucional en Torrelavega, el Ayuntamiento viene hablando del «punto de no retorno» en el que se halla el proyecto y, sobre todo, del esfuerzo que este exigirá a todos los torrelaveguenses. Sobre todo en las zonas directamente afectadas por la obra, tanto de la vía auxiliar como del propio enterramiento de las vías de tren. Javier López Estrada, el alcalde, hablaba así aquel 8 de julio: «Torrelavega deberá hacer un esfuerzo especial para poder cumplir su sueño de soterrar las vías y, por tanto, tendremos que superar diversos obstáculos que supondrá esta obra». Ese día, la Administración ya daba un «paso definitivo»;hoy, medio año después, la obra es inminente.