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Vista de la Avenida Fernando Arce.
Una mujer, su hija y el perro, intoxicados por monóxido de carbono en Torrelavega

Una mujer, su hija y el perro, intoxicados por monóxido de carbono en Torrelavega

Las afectadas, que se encuentran fuera de peligro, recibieron ayer tratamiento en la cámara hiperbárica del hospital Valdecilla

José Carlos Rojo

Santander

Miércoles, 30 de enero 2019

La primera en percatarse de que algo no iba bien fue la hija, de 27 años. Comenzó a marearse y a sentir nauseas. Apenas tuvo tiempo de reaccionar y encontró a su madre vomitando sobre el suelo. Confiesa que no recuerda cómo reunió fuerzas para moverse, salir del salón, abrir la puerta de entrada al piso y correr escaleras abajo del domicilio ubicado en la avenida Fernando Arce de Torrelavega para avisar al 061 desde el portal.

Cuando llegaron las dos dotaciones del 061 –una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) y otra de Soporte Vital Avanzado (SVA) de Torrelavega–, la joven estaba sufriendo los efectos de la intoxicación por monóxido de carbono. Algo que los técnicos sanitarios pudieron comprobar cuando accedieron a la vivienda y comenzó a sonar el detector de este gas que una enfermera portaba en su mochila.

El perro, también rescatado

Desalojaron a la madre, de 61 años, que había perdido el conocimiento, y abrieron las ventanas de la vivienda, que había quedado sobresaturado de CO por culpa de la mala combustión de una estufa que permanecía encendida. Otro de los afectados fue el perro de la familia, que permaneció dormido durante toda la operación. Una vez puesta la mujer a salvo, uno de los médicos, acompañado de un técnico de SVA, acudió de nuevo al inmueble conteniendo la respiración y extrajeron al animal, que no tardó en mover la cola y recobrar las fuerzas tras respirar el aire limpio de la calle durante unos minutos.

El cánido, que permaneció dormido durante todo el tiempo, recuperó el sentido en la calle

La madre, que desde el primer momento presentó un estado de intoxicación más severo, fue trasladada de inmediato a Valdecilla, donde fue sometida a un tratamiento en la cámara hiperbárica. La joven de 27 años, que en un primer momento fue trasladada al hospital de Sierrallana, viajó minutos después a Valdecilla tras comprobarse que los análisis de sangre indicaban altos niveles de monóxido de carbono. En Santander, al igual que su madre, recibió tratamiento en la cámara hiperbárica. Entre tanto, el cánido, que se encuentra en perfecto estado, ha quedado a cargo de un bombero, según informa el 061 y se encuentra en perfecto estado de salud.

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