Secciones
Servicios
Destacamos
El recorte horario que en enero se empezó a aplicar sobre el ocio nocturno para blindar el descanso vecinal tiene el respaldo del Tribunal ... Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), pero no el de todos los vecinos a los que quiere beneficiar ni el de los hosteleros a los que, en lo posible, trata de no agraviar demasiado.
En plena resaca tras el fallo -contra el que cabe recurso ante el Supremo-, la fiesta se rige por esta medida sin precedentes en Cantabria: los pubs abrirán hasta las 02.30 horas -03.30 en verano-; los bares mixtos, hasta las 02.00 -03.00 en periodo estival-; y las discotecas hasta las 03.00 horas -04.00 en verano-. Entre tanto, las tres partes de esta ecuación tratan de arrojar luz en la noche para lograr la convivencia entre el sueño y la vida del sector.
Bernabé Crespo Crespo Asociación de Afectados por el Ocio Nocturno
Como todos los integrantes de la Asociación de Afectados por el Ocio Nocturno, su portavoz, Bernabé Crespo Crespo, considera que el Ayuntamiento puede hacer mucho más para blindar su descanso. La escandalera no se produce todos los días, sino, «sobre todo, cuando esta medida no se aplica».
–El recorte horario no termina de convencerles.
–No es una medida agresiva, como los hosteleros la quieren vender. Es un parche para tenernos a todos contentos.
–Y no lo consiguen. ¿Cuál es la solución entonces?
–Lo que tiene que haber es más presencia policial y vigilar a los establecimientos que incumplen la normativa. Insonorizaciones, puertas abiertas, horarios… Todo eso sigue igual.
–¿El problema radica en una minoría de locales?
–Sí, siempre ha sido así. Y si hay menos jaleo es únicamente porque hay menos gente, no porque se hayan tomado medidas. Si la zona de vinos se llenara, sería inaguantable.
–¿Cómo se duerme ahora en la zona de vinos?
–De viernes a sábado, fatal. Seguimos con la misma batalla de siempre. Los hosteleros se sienten muy agraviados, pero esa medida no perjudica a nadie.
–¿No entiende el malestar del sector?
–Ese malestar no está fundado en nada. No se produce tanto agravio. Deberían implicarse. Teniendo una asociación, lo que deberían hacer es intentar que esos locales que no cumplen se pongan al día.
–El problema está en la calle, no tanto en los bares. ¿Está de acuerdo?
–También. Esa es una de las cosas complicadas alrededor de este asunto, es verdad. Pero sería menos complicada si hubiera patrullas, que no pasan. Parece que hay una romería todos los viernes y sábados. Son calles pequeñas y el eco es ensordecedor.
–¿El resto de días la situación es más tranquila?
–Sí. La situación ha mejorado. Ahora hay mucha menos gente en la zona de vinos que antes.
Ramón Gómez Ruiz Asociación de Hostelería 39300
Ramón Gómez Ruiz es, además de un empresario de ocio nocturno, la voz de un colectivo, la Asociación de Hostelería 39300, que integra sobre todo locales ubicados en la zona de vinos –el corazón de la fiesta en Torrelavega–. A su juicio, el fallo del TSJC refleja una imagen alejada de la realidad:«Es una zona tranquila. De domingo a viernes no hay nadie».
–¿Es posible la convivencia entre el ocio nocturno y el descanso vecinal?
–Es perfectamente posible. De siete días, seis son tranquilos. Hay más tranquilidad en la zona de vinos que en cualquier otra parte. Hace años, cuando ese entorno era mucho más bullicioso, los vecinos que hoy protestan se compraron un piso aquí y el ruido no les echó atrás. Hoy en día, la zona está mas limpia, más cuidada... ¿Ahora es un problema?
–Hábleme del recorte horario. ¿Qué le parece?
–En vez de sacar el bisturí y actuar sobre los locales que incumplen las normas, extirpan todo el órgano y nos penalizan a todos. Es como si cerraran todas las carreteras porque se producen ocurren accidentes. No tiene ningún sentido. Y todo por no poner coto a unos pocos.
–¿Esos pocos no cumplen las normas?
–Hay días en los que cerramos y siguen abiertos. La normativa la pagamos los que cumplimos. Si yo lo sé, el Ayuntamiento tiene que saberlo.
–¿Hace falta más presencia policial en la zona?
–No es una zona conflictiva. Quizá a determinadas horas. Cierres, licencias…
–¿Es muy lesiva esta restricción para el sector?
–Económicamente no, porque el 90% estamos cerrados. El problema es que, si el día de mañana quiero traspasar el local, tendrá menos valor. Además, todo esto tiene dos claves asociadas: la imagen, porque una hostelería con mala imagen no funciona; y la confusión de los clientes, de los cuales muchos, si no preguntan, piensan que cerramos pronto también los fines de semana.
Pedro Pérez Noriega Concejal de Seguridad y Policía Local
La sentencia del TSJC es un «espaldarazo claro» para el Ayuntamiento en su plan para blindar el descanso vecinal. «Corrobora que la medida que hemos tomado está perfectamente justificada», defiende el concejal de Seguridad y Policía Local, Pedro Pérez Noriega.
–¿Se ha tranquilizado la zona de vinos desde que aplican esta medida?
– Generalmente las incidencias se producen por la gente que se aglomera alrededor de los establecimientos cuando cierran. A lo mejor no cometen un delito, pero una decena de personas hablando a las tres de la mañana ya generan el problema.
–No contentan a nadie. ¿Cómo lidia el Consistorio con esta situación?
–Somos conscientes de que siempre habrá una parte que se vea perjudicada. Creemos que esta es una solución justa que afecta poco a la hostelería y que beneficia a los vecinos. La medida se basa en unos hechos justificados. Apelamos al equilibrio.
–Vecinos y hosteleros señalan a una minoría.
–Pero no incumplen ninguna normativa. Cuando los clientes salen de esos establecimientos, la concentración de gente en el exterior provoca ruidos y perjuicios a los vecinos. La forma de solucionarlo es adelantar el cierre.
–¿Cree que es necesario incrementar la presencia policial en la zona?
–Consideramos necesario el control. Los agentes se encargar de controlar los horarios de cierre. Y estos se siguen a rajatabla. Cuando faltan pocos minutos, los agentes acuden para que se cumpla.
–¿Es posible la convivencia entre el sector y el descanso vecinal?
–Es difícil. A un lado están los derechos de la hostelería y al otro el de los vecinos. Cabe recordar que si una persona vive en un entorno como la zona de vinos, lógicamente los fines de semana tendrá menos descanso del que tendría si viviera en un lugar apartado. Eso pasa en todas las ciudades.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.