Una nueva luz para La Paz
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El colegio concertado torrelaveguense prepara un plan de sostenibilidad para instalar hasta 110 paneles solares en su azotea y ahorrar cerca del 60% del gasto energéticoLa mirada cada vez más sensible con el cuidado del planeta y, con ella, la reducción de la huella de carbono, vienen acaparando cada vez más espacio entre los objetivos de las instituciones, las empresas y los hogares. Uno de los envites más contundentes que ... se están dando últimamente en Torrelavega, sin embargo, lo está protagonizando un centro educativo, el Colegio Nuestra Señora de La Paz -de la Congregación de los Hermanos Sagrados Corazones-. Aquí, donde la sostenibilidad y el medio ambiente van camino de ser asignaturas tan troncales como las Matemáticas o el Inglés, hay en marcha un proyecto para garantizar la asistencia de un brillante alumno, el sol, todos los días del año de aquí a la eternidad. No tan joven como los otros 1.140 que acuden a las aulas, este alumno de cuatro mil millones y medio de años ya ha reservado una plaza vitalicia en la azotea del centro. Será el primero en llegar y el último en marchar del cole. Todo gracias a 110 paneles que la dirección tiene pensado instalar en lo alto del inmueble de aquí a los próximos meses.
Si La Paz ya es uno de los centros educativos más emblemáticos de la capital del Besaya, con este proyecto pasa a ser además uno de los más enérgicos de cara al bienestar del planeta. Para hacerse una idea, las placas permitirán generar cerca de un 60% de autoconsumo en la rutina del inmueble, una correspondencia con los rayos solares a la que, centros concertados al margen, la Consejería de Educación también viene dando cada vez más protagonismo en diferentes centros de Torrelavega -como el IES Miguel Herrero- y toda Cantabria.
Como directora general del colegio, Marisol Dosal Agudo es una de las responsables que más de cerca viene siguiendo los trámites del proyecto, una iniciativa «contemplada desde hace tiempo» y que viene a fortalecer los valores de sostenibilidad que, desde Infantil hasta el Bachillerato -de 3 a 18 años-, se les inculca a todos los estudiantes de La Paz. «Queremos dar ejemplo», avanza, convencida del «impacto positivo» que este tipo de iniciativas tienen sobre la sensibilidad de los pequeños por la conservación de La Tierra y su afinidad con esa conservación que vertebra todo el plan educativo.
Sostenibilidad, sí, y también ahorro. Para un colegio de cerca de 5.000 metros cuadrados de superficie como La Paz, el autoconsumo que prometen estos paneles supone una mordida importante a la cuenta de gastos de la institución educativa. Ese tipo de números -desde el presupuesto de las placas o el dinero que estas ayudarán a optimizar el día de mañana- aún siguen pendientes de aclarar en las sucesivas fases que afrontan la directora general y el resto de responsables involucrados. «Es una inversión importante para el colegio», revela Dosal Agudo, volcada en seguir dando pasos, poder implementar los paneles y, sobre todo, «ver sus frutos».
Dichos beneficios están llamados a enriquecer un funcionamiento que ya ha sido estudiado de manera exhaustiva. Una de las primeras tareas en las que se afanó la dirección fue precisamente la del seguimiento de la huella de carbono del centro, para conocer los niveles de consumo que arroja su actividad. Gasto en papel, luz, agua, calefacción... El planeta tiene en cuenta todo.
Los resultados que todos los responsables esperan extraer entienden de cuentas, pero también de valores, un respeto por la naturaleza que, basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, vertebran la «línea de acción» y planes como el de medio ambiente en lo que este colegio viene trabajando en los últimos años.
La instalación de placas solares no es una iniciativa aislada dentro del día a día de La Paz sino más bien el «plan estrella» de una hoja de ruta volcada enteramente hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el respeto hacia la naturaleza y la transformación de un centro empeñado en repensar su funcionamiento tanto como sea posible. Esa apuesta entiende de planes muy distintos, desde la conversión de la red eléctrica, las mejoras hacia un sistema de residuos más eficiente, la gestión del agua o toda una línea de acción que involucra a profesores, alumnos y prácticamente todo el personal.
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