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Tienen que revisarse todos los documentos, desde la memoria, los planos y los pliegos hasta el presupuesto. El proyecto del soterramiento de las vías en ... Torrelavega, en redacción desde 2017 y objeto de distintas modificaciones que han alargado su plazo de ejecución y su cuantía económica, vuelve a sumar una ampliación con motivo de una nueva ley estatal. El reglamento al que ahora debe adaptarse el proyecto es el nuevo código estructural, una normativa eminentemente técnica aprobada por el Gobierno de España en 2021 y que, como su propio nombre indica, atañe a las bases del proyecto y el análisis estructural, siendo de aplicación obligatoria para aquellas obras que den comienzo a partir del 10 de noviembre de 2024. Ese es el caso del soterramiento de las vías del tren en Torrelavega, con vistas a ejecutarse durante cerca de cuatro años a partir de mediados de 2025, pero no antes. Y para eso, el mayor proyecto de ingeniería de la historia de la ciudad necesita estar plasmado en un documento técnico, un diseño final del plan de trabajo que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) espera tener aprobado «a finales de 2024».
Mientras tanto, la redacción del mismo deberá adecuarse a la nueva normativa estructural, obligando a la adjudicataria –la Unión Temporal de Empresas (UTE) de Geocontrol-Training Ingeniería y Planificación– a recalcular las estructuras del proyecto en base a un reglamento sectorial que actualmente ya está en vigor.
Todos estos ajustes técnicos siguen a la segunda modificación del contrato de redacción del proyecto, con fecha en este pasado abril, un nuevo cambio de planes que, además de encarecer los trabajos en 82.280 euros –más otros 74.778 en un contrato complementario y por exactamente las mismas razones–, amplía la fecha límite para diseñar el documento en tres meses más. Dicho de otra manera: el proyecto del soterramiento debe estar terminado el 5 de octubre de 2024, si una nueva prórroga en el futuro no dice lo contrario. Esta última cuestión es fundamental dejarla clara; no en vano, Adif ha agotado todas las posibilidades que le concede la legislación para modificar el contrato. De hacerlo, rebasaría el umbral del 10% del presupuesto base de licitación e incumpliría el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares. Cualquier cambio a partir de ahora solo sería posible a través de un nuevo expediente.
Y las cosas están así porque hace casi siete años que se encargó la redacción del proyecto. Las modificaciones introducidas –siendo la del aparcamiento soterrado la más importante, junto a la creación de un colector y esta adaptación al código estructural– se han cobrado un sobrecoste de casi un millón de euros (921.546) desde que el contrato se adjudicó a finales de 2017, elevando la inversión en el mismo en un 55%, es decir, de 1,67 iniciales a 2,59 millones. El encarecimiento adquiere una importancia especial teniendo en cuenta que el contrato se adjudicó con una baja del 37% respecto al presupuesto de licitación (2,7 millones).
Los cambios también se han cobrado tiempo. Y mucho. Para hacerse una idea, la redacción del proyecto de soterramiento se encargó con dieciséis meses de plazo; hoy, Adif y la adjudicataria acaban de sellar una ampliación hasta los 81 meses con fecha límite el 5 de octubre, cuando en realidad estos trabajos debieron estar finalizados en junio de 2019.
La odisea para redactar el proyecto debería terminar en octubre, atendiendo a la previsión de Adif de aprobar el proyecto a finales de año. Luego podría salir a licitación, adjudicarse y comenzar el soterramiento de las vías, sustituidas mientras por el desvío provisional. Este sigue en construcción y debería estar terminado para entonces, supuestamente a mediados de 2025.
El repaso obligatorio al que debe ser sometido el proyecto del soterramiento no cambia las expectativas de Adif y tampoco del alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, que confía en los plazos. «El soterramiento ha pasado a ser una realidad», declara el regidor regionalista, en línea con el optimismo que demostró hace dos semanas en una entrevista en El Diario Montañés. «Estamos construyendo la Torrelavega del futuro. Estamos siendo capaces de cumplir compromisos históricos que la ciudad llevaba esperando setenta años», subraya, convencido de que el programa de trabajo quede aprobado definitivamente a finales de año, dejando vía libre al proceso de licitación y la ejecución de las labores propiamente dichas.
La última comisión de seguimiento celebrada por las administraciones involucradas –gobiernos de España y de Cantabria y Ayuntamiento– fijó el precio de estas en 130 millones de euros, tras la última actualización de precios la pasada primavera. De ser así, al Consistorio le correspondería aportar unos 26 millones de euros, el 20%, una consignación que obligará a la Administración municipal a endeudarse durante «15 o 20 años», como ya reconoció el concejal de Economía y Hacienda, Pedro Pérez Noriega, tras dicha comisión. A las declaraciones del edil se sumarían luego otras del alcalde, con el ánimo de disipar las dudas y la preocupación. «No hay ciudad que no haya tenido que invertir si ha querido transformarse;podemos conseguir fondos para financiar parte del soterramiento», expresó.
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Ana del Castillo
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