Secciones
Servicios
Destacamos
El pasado 5 de mayo, los administradores concursales rechazaron la única oferta para hacerse con la unidad productiva de Sniace. Sobre la mesa había una puja de un grupo empresarial que abría la puerta a la recuperación de una actividad similar a la que venía ... desarrollando la factoría hasta su clausura y a la reincorporación de una parte importante de la plantilla, pero no cumplía con los requisitos mínimos del plan de liquidación. Por eso se desestimó. La consecuencia es que ahora se inicia una nueva fase para vender por lotes los activos existentes, incluido el suelo en el que se asienta Sniace desde que comenzó su producción de celulosa en 1946.
Un escenario previsible que ya contemplaba el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Torrelavega, que aprobó inicialmente el Pleno municipal el pasado 3 de mayo –para que sea definitivo aún requiere tiempo y trámites– y que incluye una revisión profunda de este espacio con la idea de abrir una nueva etapa en el complejo. Si sale adelante la redacción actual, el documento urbanístico impulsará la creación en este espacio de un polígono industrial en el que se puedan asentar «decenas de empresas». Esto supone un cambio radical respecto al Plan General en vigor desde hace 35 años, que establecía que el complejo de Sniace solo lo podría utilizar Sniace e impedía la entrada de compañías ajenas dentro de los límites.
No solo varía respecto al documento en vigor, también respecto a los cambios que se propusieron las dos veces anteriores en las que se intentó actualizar el PGOU. Hasta ahora, el suelo estaba catalogado como Urbano Consolidado con uso reservado para una gran industria. Una y única. Ahora, pasa a ser Suelo Urbano no Consolidado. Esto permitiría, en un escenario que ahora mismo ya está descartado, que Sniace hubiera continuado su actividad histórica, pero también elimina las trabas para acometer una «renovación urbana de la gran manzana industrial de Duález»ocupada en la actualidad por Sniace.
El texto no solo pone sobre la mesa esa posibilidad, sino que obliga a los propietarios a mover ficha para lograr ese objetivo de levantar un polígono industrial. En el plazo de cuatro años desde que entre en vigor el nuevo PGOU, los dueños de los terrenos tendrán que desarrollar un Plan Especial de Reforma Interior que defina los nuevos usos del complejo.
Tendrán que ponerse de acuerdo, pero cumpliendo una serie de premisas. Las que se establecen en el documento aprobado por el Pleno, que también traen un cambio sustancial para el futuro del complejo. Aunque sigue estableciendo un uso «predominante industrial», también fija un porcentaje de entre un 20% y un 30% de uso comercial. El Consistorio precisa que ese «uso terciario» no implica necesariamente que allí se vaya a levantar un gran centro de compras, ya que negocios auxiliares de la industria como los talleres mecánicos pueden tener esta consideración. En cualquier caso, urbanísticamente, ambas cosas serían posibles.
En la práctica, lo que hace el documento es descartar casi definitivamente la idea de una unidad productiva. Porque pone normas sobre cómo debería urbanizarse y estima –por primera vez– en 15 millones de euros el coste de crear los viales, las parcelas industriales y comerciales y los servicios públicos y generales del complejo de Sniace. Una cantidad que no incluye el valor del suelo. Solo de la obra.
La última aprobación inicial del PGOU, la que se promovió en diciembre de 2020, ya hablaba de hasta un 30% de suelo reservado potencialmente para uso comercial, pero de forma subsidiaria. Activar esta posibilidad habría requerido una serie de procesos burocráticos complejos y con la actual propuesta se da por hecho esta apuesta y se descarta de forma indirecta mantener el suelo como urbano industrial.
El centro logístico de La Pasiega, que finalmente no contará con fondos europeos, es uno de los proyectos de legislatura. Lo impulsa la Consejería de Industria (PRC) y lo respalda el PSOE. En este punto, y después de las últimas noticias sobre el proceso concursal de Sniace, el exconsejero socialista de Educación y presidente de la Zona Franca, Francisco Fernández Mañanes, ha lanzado un debate a través de sus redes sociales: «Una vez que ya sabemos que no hay comprador de toda la unidad productiva de Sniace, con todo el suelo industrial consolidado disponible y su insuperable localización, ¿tiene sentido seguir adelante con La Pasiega? Pregunto».
Hoy, los dueños del suelo son los acreedores de Sniace –en función de cuántos lotes se creen en el proceso concursal serán muchos o pocos– y el Gobierno de Cantabria, que recientemente compró el suelo en el que en su momento se asentó Papelera del Besaya, compañía que se clausuró en 2011 después de que se viniera abajo el techo de la nave principal.
La superficie total del futuro complejo industrial-comercial que deberá desarrollarse tendrá 441.628 metros cuadrados –100.000 menos que ahora–, en los que estará prohibido levantar viviendas. Ahí se ha desgajado el complejo deportivo Óscar Freire, ya expropiado por el Ayuntamiento y se han recortado algunos espacios para crear carretras o rotondas en los alrededores. Respecto a los límites del complejo actual, sí se amplían por el parque de madera más cercano a la zona comercial ya desarrollada en Ganzo en la que se encuentra Decathlón. La edificabilidad de las naves o edificios –no podrán tener más de cuatro plantas– será de 0,5 m2/m2 y una parte importante se reserpa para aparcamientos, zonas verdes, viales... Así, los edificios industriales podrán ocupar un máximo de 176.000 metros cuadrados y los comerciales otros 66.200.
A juzgar por los planos, el PGOU prevé una ampliación por el perímetro norte de los terrenos fabriles de la futura carretera a Viveda-Ganzo y la creación de zonas ajardinadas frente al complejo deportivo y en el frente de Duález. Y que los edificios que se puedan crear en el límite con el río tengan una «edificación abierta» en la fachada.
Los redactores del PGOU y el Consistorio, que es quien establece las premisas del desarrollo del documento, ya intuían lo que iba a ocurrir. La revisión del Plan General se aprobó en Pleno dos días antes de que se confirmara la noticia de que no habría un comprador para la unidad productiva de Sniace. Pese a que esta era la opción favorita del Gobierno de Cantabria, el cambio de la regulación del suelo en estos terrenos se hizo, según el Ayuntamiento, a petición de Ordenación Territorial. Por una parte, para facilitar a futuro la llegada de empresas, pero también para que la Administración tenga menos impedimentos a la hora de reservarse parte del suelo para la creación de equipamientos públicos.
El alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, entiende que el documento aprobado por el Pleno encaja con las exigencias de algunas de las últimas mociones municipales que han salido adelante sobre este asunto y que pedían mantener un uso mayoritariamente industrial en los suelos de Sniace.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.