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Torrelavega rendirá homenaje a la que fuera una de sus señas de identidad más queridas: Ángel Quintanal Saiz, el popular guardia de Cuatro Caminos, ... apodado 'Nureyev' porque dirigía el intenso tráfico como si estuviese bailando. Cinco años después de la muerte del popular policía local, el escultor David García está esculpiendo la estatua que le recordará en un lugar aún por determinar: bien la glorieta que se ha construido a la altura de la Plaza Tres de Noviembre o la zona verde habilitada junto al cruce de Cuatro Caminos. A petición del grupo de ciudadanos que registró la petición en el Ayuntamiento hace cuatro años, se colocará una placa en la talla para recordar que el homenaje servirá también como reconocimiento a la labor que realizan todos los policía locales, según ha precisado la concejala del área, Verena Fernández.
'Gelín', como le conocían los más cercanos, falleció en junio de 2013 a los 85 años, tras una larga enfermedad, y fue enterrado en Tanos, su pueblo. Medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de su singular forma de trabajar, de la que estaba orgulloso, y los que quieren recordarle sólo tienen que acceder a alguno de los vídeos que se han hecho virales en en internet.
8.000 euros es el importe de la partida habilitada para hacer frente a los gastos de la estatua.
El histórico cruce de Cuatro Caminos, regulado por semáforos desde su remodelación en 2003, estuvo ligado durante 40 años a la figura de este policía local a quien el artista Mauro Muriedas fue el primero en apodar como el 'Nureyev de Torrelavega' por su peculiar estilo de dirigir el tráfico. Con motivo de la obra de reforma del cruce, Ángel Quintanal, ya jubilado, fue entrevistado por este periódico y dijo que le daba mucha pena porque era una parte muy importante de su vida: «Media Europa va a echar de menos al guardia de Cuatro Caminos».
'Nureyev' recordó en aquella ocasión lo difícil que fue trabajar en el cruce, ya que «era uno de los turnos más duros para un policía local, sobre todo en invierno». Aquellos relevos llegaron a ser de hasta cuatro horas, pero a él era lo que más le gustaba: «La gente me conocía por el peculiar casco que llevaba, tipo Salakov. Cuando cambió el uniforme del Cuerpo y se impusieron las gorras, a mí fue al único al que consintieron que siguiera con el casco. Las chavalas me guiñaban el ojo al cruzar y los niños eran cariñosos. Me gustaba dar paso a los coches, pero, sobre todo, a los peatones».
Para aguantar el duro turno de trabajo en Cuatro Caminos, por donde circulaban decenas de miles de vehículos a diario y el aire se hacía a veces irrespirable, 'Gelín' se imaginaba que estaba bailando, dado que «así era más bonito, más alegre para los conductores, y de paso me hizo tan famoso que incluso me filmaron de muchos países y los turistas me sacaban fotos». También tuvo entonces un recuerdo para los alcaldes: «He conocido a diez, todos muy buenos y no tengo nada malo que decir de ellos porque fueron extraordinarios para mí».
El que era regidor en el momento del fallecimiento de 'Gelín', Ildefonso Calderón, fue el primero en hacer público el deseo del Ayuntamiento de levantar una estatua al popular guardia en el lugar donde se hizo famoso y se ganó el saludo y el respeto de propios y extraños por su destreza y armonía al regular el paso. La Comisión de Economía y Hacienda aprobó la semana pasada una modificación presupuestaria que incluye una partida de 8.000 euros para cubrir los gastos de la estatua.
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