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Las obras de la Tecnoteca de Torrelavega, un centro de ocio juvenil que se plantea como una referencia regional, se encuentran «muy avanzadas». Concretamente, la construcción de la estructura ha entrado en la «fase final» una vez superado un parón de varios meses por ... la aparición de líneas eléctricas que no estaban contempladas en el proyecto. Así lo ha anunciado el alcalde, Javier López Estrada, tras la visita que ha realizado a los trabajos junto a técnicos municipales y responsables de la empresa adjudicataria (Ascán).
El principal motivo de la referida visita ha sido la necesidad de desplazar un transformador eléctrico, propiedad de la compañía Viesgo. El regidor ha explicado que es necesario separar el mismo de la ubicación actual para «poder ampliar la plaza que se va a crear junto a la Tecnoteca». López Estrada, ha recordado que se trata de un edificio «completamente innovador, diseñado única y exclusivamente para que los jóvenes puedan disfrutar de un espacio de ocio seguro».
El edificación, de cuatro plantas, estará dotada con pistas de skate, rocódromo, un pequeño cine, estudio de grabación, salas de impresión en tres dimensiones, estudio de grabación, salas para videojuegos, un espacio de usos múltiples y una piscina en la cubierta, entre otros servicios. Todo ello en un edificio que el proyecto define como un gran «cajón programático».
El Ayuntamiento anunció a principios de mayo la modificación del contrato para la construcción del inmueble, que se levanta en El Valle (Sierrapando), detrás de los nuevos edificios de la Fundación Asilo. La obra, cofinanciada con fondos europeos, es una de las inversiones más importantes que se realizan en Torrelavega y estuvo parada varios meses porque fue necesario el desvío de líneas eléctricas de la empresa Viesgo que no estaban contempladas en el proyecto. Esos trabajos suplementarios, que provocaron la modificación del contrato, han supuesto un desembolso para el Consistorio de 65.937 euros, por lo que la empresa adjudicataria percibirá finalmente 2,3 millones.
La obra tiene un plazo de ejecución de 18 meses, comenzó el pasado verano, quedó parada pocas semanas después y el alcalde anunció su reanudación a principios de enero, con el convencimiento de que el edificio entrará en funcionamiento a finales de este año. Objetivo principal: no perder los fondos europeos, que representan el 50% de la financiación. Algunos grupos de la oposición mostraron públicamente su temor a que se perdiese ese dinero.
Con el fin de agilizar los trámites previos, el Consistorio contrató a finales de 2022 los servicios de la arquitecta Clara Uzquiza, por 7.718 euros, para que se hiciese cargo de inventariar el equipamiento necesario para la Tecnoteca (ordenadores, juegos, impresoras, pantallas...) y el nuevo Hogar del Transeúnte (ropa, muebles, camas, lámparas...), otra importante obra que también acumula retraso y es cofinanciada por la Unión Europea. Es el paso previo para que el Ayuntamiento compre el material necesario para abastecer ambos servicios municipales.
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