Las obras del nudo de Torrelavega avanzan con la apertura de parte del vial de Sierrapando

La delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, fue la última que habló al respecto. Fue a principios del mes pasado. Para ella, la obra avanzaba «a buen ritmo» pese al año y medio de retraso.

Sierrapando es uno de los puntos de Cantabria donde más retenciones se producen. De media, unos 75.000 vehículos circulan a diario por este cuello de botella entre la Autovía del Cantábrico y la de la Meseta.

Los atascos se suelen registrar en la A-67, desde la salida de Viérnoles, en sentido Torrelavega. Poco antes de los grandes superficies comerciales, los dos carriles se reducen a uno solo. A partir de ahí, tanto para tomar la A-8 hacia Vargas, Solares y Bilbao, como para ir hacia Santander u Oviedo por la A-67 y la A-8, había que transitar por un auténtico laberinto de carreteras y conexiones con líneas pintadas de amarillo y, además, con muy mala visibilidad por las noches.

Ahora, ha mejorado. El nuevo trazado, que no es definitivo –están a falta de rematar los trabajos por donde discurrirá el futuro tramo de autovía que unirá este punto con Barreda–, se inicia con un puente elevado sobre los cuatro carriles del próximo ramal y continúa en bajada paralelo al monasterio de las Carmelitas Descalzas. Luego, se une con el antiguo trazado de la A-8 y A-67 (aún comparten un kilómetro escaso ) que desemboca en el túnel de Torrelavega, que permite el tránsito hacia Oviedo o el desvío hacia Santander.

El enlace de Sierrapando debería haber entrado en servicio en abril, pero sufre retrasos como el resto de las obras del nudo de Torrelavega. De momento, ninguna Administración ha explicado los motivos. Tampoco el Ministerio de Transportes que dirige la socialista Raquel Sánchez, al que El Diario Montañés ha solicitado información en varias ocasiones sobre el estado de los trabajos y su grado de ejecución. De hecho, finalizaron el año pasado al 60% y en lo que va de 2023 apenas han avanzado. Actualmente, no llegan al 70%. Las empresas constructoras esperan que aumente cuando comience la construcción del falso túnel situado en el nuevo ramal que unirá Sierrapando y Barreda.

Quiñones ha sido la única que se ha pronunciado –el mes pasado, a preguntas de los periodistas–. La delegada anunció que las obras para 2024 estarían «prácticamente completadas», lo que supondría una demora de más de dos años respecto a la previsión inicial, que fijaba en 40 meses el plazo de ejecución. Respecto al retraso acumulado, señaló que proyectos «faraónicos» y de «bastante tiempo» de duración se pueden encontrar «dificultades» que les hacen retrasarse. Así que, por el momento, la única solución para los conductores es armarse de paciencia, porque lo que es seguro es que este verano será el quinto consecutivo con atascos en la zona.