El Pleno aprueba una moción para instalar cámaras y sonómetros en la zona de vinos

Mejor dicho, no todo el equipo de gobierno. Ya desde el inicio del debate, la iniciativa de Cs generaba ciertas discrepancias en el seno de la coalición de regionalistas y socialistas. Esos síntomas se tradujeron después en la votación:el PRC apoyó la idea; el PSOE, se abstuvo con el PP y Torrelavega Sí; la Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT), por su parte, votó en contra.

Los portavoces razonaron ese resultado minutos antes. El primero de todos, el proponente: el vocal de Cs repitió ayer en la sesión lo mismo que venía urgiendo la semana pasada: «Se producen altercados semana tras semana y se deben emplear todas las medidas necesarias». Su propuesta radica en la entrada en escena de dos nuevos aliados: cámaras, con un ojo puesto en los puntos más conflictivos; y sonómetros, que llevarían los agentes de la Policía Local para poder corroborar los ruidos que denuncian los vecinos.

Ya en esa primera toma de contacto, el primer teniente de alcalde, el socialista José Manuel Cruz Viadero, ya demostraba ciertas dudas. «La moción no es clara», opinó, antes de preguntarse por la vigencia de estas medidas y señalar la «complejidad» del problema. «Hay épocas mejores y peores, pero es injusto decir que el equipo de gobierno mira hacia otro lado», se defendió.

Tras él, el concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, adoptó una postura distinta, mucho más conforme con la iniciativa de Ricciardiello. «Hemos estado con Delegación del Gobierno y tenemos hecho un proyecto para instalar cámaras en la entrada de la ciudad, para leer las matriculas de los vehículos e identificar, si es necesario, a los coches que entran y salen a horas determinadas», anunció, antes de desmentir «ningún ánimo de vigilancia sino de control».

Una de las voces más vehementes a la hora de intervenir y urgir la adopción de medidas fue la portavoz del Partido Popular, Marta Fernández-Teijeiro. «Lo que padecen los vecinos es indignante. Hay que cerrar todos aquellos locales que no cumplan las ordenanzas vigentes. Torrelavega no puede ser una ciudad sin ley», instó.

Esa relación entre control y vigilancia que Pérez Noriega trató de disociar es la que motivó el voto negativo de ACPT. A su portavoz, Iván Martínez, le convencen los sonómetros; no tanto los dispositivos de seguridad. « Con cámaras no se va a solucionar. Los problemas ocurren muchas veces en el interior de los portales. El problema no son estas calles. Así sólo vamos a trasladarlos», señaló, escéptico de las bondades de esta medida y más aún del desarrollo de una «ciudad 'Gran Hermano'», como calificó.

A caballo entre el sí y el no, en una postura idéntica a la de los socialistas, la representante de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, invirtió casi todo su turno de palabra en tratar de conocer el «alcance de estas medidas» y poner de manifiesto su impacto en las rutinas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. «No se trata sólo de poner cámaras, sino de adoptar medidas», declaró, no sin antes mostrar su «apoyo y comprensión» a los vecinos que padecen las rutinas de la faceta más salvaje de la fiesta torrelaveguense.