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Hace un año, el Ayuntamiento de Torrelavega se vio obligado a prolongar durante doce meses el contrato del Torrebús, tras haber consumido todas las prórrogas posibles del convenio de transporte público, grúa y el autobús escolar. Aquello se hizo de forma extraordinaria, pero el tiempo y los retrasos de la nueva licitación, el nuevo contrato del autobús municipal, han demostrado que aquella vía administrativa no fue tan única ni extraordinaria. La historia se repite: el Pleno ha acordado este martes prolongar otra vez el viejo contrato del Torrebús, ese que empezó a funcionar en 2011 y cuyas prórrogas supuestamente no daban para más el año pasado, obligado por la ausencia de un pliego definitivo que venga a darle relevo de ahora en adelante -durante los próximos diez años, según los detalles que viene dando a conocer el equipo de gobierno-. Aún se sigue trabajando en eso con vistas, previsiblemente, al año que viene. Entre tanto, en la sesión de este martes, la coalición ha consumado el acuerdo que ya avanzó la Comisión de Movilidad la semana pasada. Han votado a favor los partidos de gobierno (PRC-PSOE) y también parte de la oposición (Vox y Torrelavega Sí), aunque por una cuestión de «responsabilidad» y aludiendo a la importancia de este servicio público, del que hacen uso miles de torrelaveguenses y ciudadanos de toda la comarca del Besaya -la comarcalización, de hecho, habría sido uno de los asuntos que han complicado la tramitación del nuevo pliego, según esgrimen en el Consistorio-.
Se han negado a apoyar esta prolongación del contrato, por su parte, tanto el PP como IU-Podemos, mucho más duros en sus exposiciones antes de votar en contra y abstenerse, respectivamente. Han hablado de «inacción», «dejadez», «bochorno», «chiste»… «¿Llegaremos a septiembre de 2025 para hacer lo mismo otra vez?», se preguntaba Miguel Remón (PP). La concejala de Movilidad y Urbanismo, Jezabel Tazón, ha asegurado que no, añadiendo que no hará falta consumir todo el año de prórroga. Los pliegos, las tripas de la documentación del nuevo pliego, ya estarían prácticamente preparados y redactados por los técnicos; lo que queda por hacer, han aseverado la edil y también su socio de gobierno, José Luis Urraca (PSOE), es separar la estructura de costes del servicio de transporte urbano y el del servicio de retirada de vehículos (la grúa), de acuerdo a lo acordado en la última Comisión de Movilidad. Una vez divididos, saldrán a licitación por separado con diez y cuatro años de plazo, respectivamente. «No hemos llegado a tiempo. Lo que hacemos ahora es una prolongación de la prestación del servicio, dada la situación de excepción y por interés público», ha reconocido Tazón, garantizando en todo momento la prestación de este servicio a los ciudadanos.
Los síes, aunque aritméticamente iguales, también entienden matices. El del PSOE, en palabras de Urraca, ha sido claro y sin fisuras: «La espera será buena si el resultado es bueno»; el de Vox y Torrelavega Sí, por su parte, ha venido acompañado de algunos tirones de oreja. «Votamos a favor por pura responsabilidad. Es un contrato complicado y hay muchos condicionantes, pero ha habido tiempo suficiente», ha fijado Roberto García Corona. Un minuto antes, Arturo Roiz ha hecho una lectura similar. «Esto ya tenía que estar solucionado. No podemos tener un servicio público parado». También hizo llegar comentarios y quejas sobre las frecuencias de la línea hacia Sierrallana y la situación de Cercanías en general.
Los reproches del PP e IU-Podemos, aunque distintas en el voto, no han sido tan distintos. De hecho, han sido muy parecidos en el fondo y la forma, recordando a PRC y PSOE la cantidad de pasos que se vienen dando desde que, en 2019, tras ocho años en vigor, se empezaron a consumir las prórrogas de este contrato. Remón: «En septiembre de 2023 ya acordamos prorrogar el contrato por un tiempo máximo de un año. Y ahora exactamente lo mismo. Suena a broma, a chiste. Hay una clara responsabilidad política. Si la ciudad se quedase sin Torrebús, la culpa sería suya (PRC-PSOE), por la dejadez con la actúan desde hace mucho tiempo. Les ha pillado el toro. No han cumplido con los ciudadanos». Misma lectura por parte de Borja Peláez (IU-Podemos): «No hay ninguna excusa. Estamos ante la prórroga de una prórroga extraordinaria. La responsabilidad es exclusivamente política, de todo el gobierno PRC-PSOE. Sabían que el plazo terminaba en 2019. Entonces comenzó la prórroga, que terminó en 2023. Tuvieron 4 años. Es un bochorno tener que votar esto».
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