Orden de alejamiento y 540 euros de multa para la madre que amenazó de muerte a un profesor de Torrelavega

Concretamente, la juez ha condenado a la madre por un delito leve de amenazas a la pena de tres meses de multa, fijándose la cuota diaria en la cantidad de seis euros. En caso de impago, deberá cumplir un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas. Así mismo, ha sido condenada a la pena accesoria de prohibición de aproximarse al profesor, en cualquier lugar, a menos de 50 metros durante seis meses. Tampoco podrá comunicarse con Ricciardiello por cualquier medio o procedimiento directo o indirecto. Finalmente, la sentencia impone a la condenada las costas procesales causadas.

Los hechos se produjeron cuando el maestro se encontraba en su puesto de trabajo, en el colegio Manuel Liaño. La madre del alumno se dirigió a él en presencia de otros niños, padres y profesores: «No te metas con mi hijo porque va a venir mi marido y vas a ir al cementerio». El incidente tuvo lugar después de que Ricciardiello reprendiese unos días antes al escolar, llevándole ante la directora del colegio porque le había insultado.

La magistrada considera que la declaración del denunciante y los testigos fue «plenamente creíble», mientras la mujer ni siquiera compareció en el juicio, que se aplazó varias veces a petición suya. La juzgadora llega a la convicción de que la denunciada profirió las referidas amenazas. «Ya solo el hecho de esgrimir tales expresiones -señala- es una reacción inadecuada, característica de personas carentes de la más elemental educación e inapropiada para una correcta convivencia».

El fallo añade que la actitud violenta de la denunciada fue acompañada de una actitud claramente agresiva, algo que «denota y justifica que el denunciante sintiera temor».

La jueza atiende todas las peticiones de Ricciardiello, en mayor o menor medida, salvo la solicitud de que se condenase a la mujer al pago de 13.489 euros por los días de baja laboral del profesor. «Temor no es identificable con enfermedad; no ha quedado acreditado que los perjuicios económicos deriven exclusivamente del hecho ocurrido», afirma la sentencia, aunque Ricciardiello denunció hechos similares posteriores protagonizados por el marido de la condenada.