La orientación laboral empieza en la ESO

«En el caso de nuestro centro, los Sagrados Corazones, el proyecto está dirigido a los alumnos que están dentro del Programa de Mejora de Aprendizaje y Rendimiento (PMAR)», explica Esther Rodríguez Aja, la tutora de estos chicos y chicas cuyas edades están entre los 15 y 16 años. Con más de dos décadas de experiencia en este colegio, coordina LaborESO desde el curso pasado. En esta iniciativa colabora la Cámara de Comercio de Torrelavega, que es quien tiene el listado de las empresas que se ofrecen a acoger a los alumnos en prácticas. «La Consejería de Educación estudia los expedientes de los escolares que nosotros entendemos pueden beneficiarse de esas prácticas y asigna las mismas, siempre teniendo en cuenta las preferencias de los chavales, sus gustos profesionales», matiza Esther que confiesa que «dedico muchas horas a la semana a ver los progresos que hacen estos jóvenes y, la verdad, es una iniciativa estupenda».

Los alumnos tienen que compaginar las prácticas con las clases, lo que sin duda implica un doble esfuerzo. Pero les compensa, sobre todo porque aprenden algo que les llama la atención profesionalmente, y que quieren conocer por si, tras completar sus estudios, ven la posibilidad de comenzar, por ejemplo, «algo relacionado con administrativo», dice Vanesa Argüeso, de 16 años. Vecina de Puente San Miguel, desde donde cada día acude a los SS. CC. para continuar con sus estudios de 3º de la ESO. Está aprendiendo el trabajo que lleva una agencia de viajes en Viajes Besaya. «Me parece una actividad muy interesante. Yo había pedido hacer prácticas en algo relacionado con el turismo porque me gusta. Y ahora me parece algo sorprendente». Está decidida «si no a dedicarme a este sector, hacer algo relacionado con administrativo. Me encantan los papeles...». El gerente de la agencia, José Antonio Crespo, es un 'veterano' en este programa del que sólo tiene buenas palabras.

Se da la anécdota de que una hermana de Vanesa, Ana, también participa en este proyecto. Ella está en la clínica veterinaria Sania, de Puente San Miguel. «Cuando hablo con ella», dice Esther Rodríguez, «me dice que está muy contenta. Los animales la encantan, aunque con los gatos no lo tiene tan claro», comenta risueña la profesora.

Aroa Muñoz, de 16 años, y en 3º de la ESO, hace prácticas en la peluquería. «Procuro ayudar en lo que me mandan y estoy muy contenta porque esto de la peluquería siempre me ha atraído y me gustaría mucho poder hacer peluquería».

Otra empresa que también participa en este programa, Electricidad Seltresa, solo tiene buenas palabras para el programa. Ahí está Víctor Bolado Rodríguez.

Como se prestan a colaborar también en otra empresa local que tiene mucho de oficio artesanal: la Imprenta Villegas. Allí está Diego Rojo Iniesta, tan contento que «por que no, puede que en un futuro me dedique a esto, aunque a mí lo que me gusta mucho es el sector de la publicidad». Dicen sus 'maestros' que «está trabajando fenomenal, muestra un interés que es lo importante. Nosotros, cuando vienen estos chavales les solemos apoyar bastante, porque es darles una oportunidad y formarles también en la medida de las posibilidades de cada uno».

Completan este listado de jóvenes que participan en el proyecto, Javier Gutiérrez Fernández, que aprende mecánica en Mecarapid Dobra. Pablo Abascal González, está aprendiendo diseño gráfico en Alpe Creativa y Marco Valbuena Rivero, monitor deportivo de fútbol en el pabellón municipal Oscar Freire, que depende del Ayuntamiento, administración que también participa en el plan. Lleva aplicado trece años, funcionando como un nexo prelaboral. Porque se trata, precisamente, de eso, de facilitar un acercamiento al mercado laboral de los alumnos que están en ESO. La experiencia está en marcha desde el curso 2005-2006. Entonces, se animaron a participar, por supuesto experimentalmente, siete centros. En la actualidad son ya más de 70 los que lo desarrollan en toda la región. Los Sagrados Corazones de Sierrapando, centro concertado, es uno de ellos. «Es un buen proyecto porque, en nuestro caso, al menos, ayuda a decantarse por una profesión a los chicos que están un poco desconcertados en cuanto a su futuro,», concluye Rodríguez Aja.

Es una puerta que se les abre, sobre todo encarando los estudios hacia los ciclos formativos de la Formación Profesional, que suele ser la opción principal para estos jóvenes. Las posibilidades son tantas, léase Universidad, o FP, con su amplio abanico de grados, que tener una visión real, ayuda mucho.