El Palacio cambia de fase e inicia el camino hacia la rehabilitación después de consolidar su suelo

Las circunstancias han querido que este marco de trabajo deba estar preparado y de vuelta en las manos del Ayuntamiento «en verano de 2025», es decir, en pleno aniversario de la adquisición del Palacio, comprado hace cien años, el 12 de junio de 1925, a Luciano Demetrio Herrero por la cantidad de 275.000 pesetas.

Será un centenario extraño, sobre todo teniendo en cuenta que aún quedarán meses –años, seguramente– para que el edificio más emblemático de Torrelavega resurja. La redacción de este proyecto es objetivamente una gran noticia para que el Palacio cambie de fase e inicie el camino para ser lo que fue –o algo más, o algo diferente; eso tampoco está claro al 100%–, pero también es verdad que es sólo el primer paso de un largo y costosísimo camino. Es más, la rehabilitación definitiva de la antigua Casona puede oscilar entre los ocho y quince millones de euros fácilmente, según las estimaciones que viene barajando el equipo de gobierno en estos últimos años.

Son, eso, estimaciones. La única gran referencia para lanzarlas es el malogrado proyecto que, hace ya quince años, puso cifras a una actuación de estas características. Fue en 2009: la Corporación dio luz verde a una propuesta de unos 5 millones para ampliar y rehabilitar el edificio de Joaquín Rucoba a manos del gabinete madrileño de arquitectura Aybar Mateos –los ganadores de un concurso de ideas convocado a tal fin–. El proyecto quedó en nada, tras el estallido de la burbuja y el inicio de la crisis.

La buena noticia: que el Ayuntamiento no está solo en ese camino y contaría con la ayuda de la Consejería de Fomento del Ejecutivo regional para financiar esa millonada, según prometió el año pasado el titular de este departamento, Roberto Media.

En los últimos dos años, tras garantizarse la estabilidad del suelo una vez finalizada la obra de consolidación, las novedades relacionadas con el Palacio han llegado fundamentalmente gracias a las preguntas de la oposición o bien de los medios de comunicación. La semana pasada, esta norma volvió a cumplirse y, tras aprobarse por unanimidad una moción del grupo Torrelavega Sí para acelerar la restauración del edificio, saltó la noticia. «Estamos en ello», anunció el concejal de Obras y primer teniente de alcalde, José Luis Urraca, tras deslizar también que, probablemente, el Consistorio necesite también de fondos europeos para financiar estas labores.

Entre tanto, una promesa que sí puede cumplir el equipo de gobierno (PRC-PSOE) es la de organizar una visita al interior del Palacio. Qué se encontrarán los políticos en esa visita? Un Palacio consolidado, sí, pero también dañado. El impacto de la consolidación ya quedó reflejado en los informes de la Fundación Leonardo Torres Quevedo (UC), que se encargó del control de aquella obra. Esta señaló al menos 18 grietas en la planta baja, la primera y el exterior, así como el deterioro de la balconada, en cuyas piedras los expertos perciben «movimientos» que hacen recomendable su estabilización.