El párroco y vecinos de Tanos se oponen al parque infantil proyectado junto a la ermita

Según el sacerdote y los vecinos, además de la restauración del retablo, es necesario acabar con los daños que sufre la ermita al ser golpeada «constantemente» por los balones con los que juegan al fútbol niños y jóvenes del pueblo, lo que afecta incluso a la cubierta. También consideran que el entorno se debe urbaniza «de forma acorde a la estética que corresponde al lugar».

Por ello, la parroquia y las asociaciones, entre las que se encuentra la agrupación de danzas y la peña de bolos, manifiestan su desacuerdo con la ubicación que la Concejalía de Medio Ambiente ha elegido para el nuevo parque infantil, proyecto del que aseguran haberse enterado por los medios de comunicación. «Sí a favor del parque, pero en otra ubicación -explican-. El Ayuntamiento cuenta con un terreno en la zona norte del auditorio de Los Picayos que es más adecuado».

«También consideramos -añaden- que es mucho más apropiado y acorde a la estética e idiosincracia cántabras la construcción de una bolera tradicional, tal como estuvo siempre al lado de la ermita desde el siglo XIX. La bolera desapareció en 2010 y aún está pendiente el compromiso municipal de recuperarla en el entorno, por lo que puede ser una buena oportunidad para cumplir lo prometido, a la vez que se mantiene la estética del entorno de la ermita».

Casanueva y los vecinos creen que los niños podrían divertirse en el espacio deportivo, como «siempre fue cuando no se estaba jugando a los bolos», y en la otra parte de la plaza de Los Picayos «tendrían un parque infantil», con lo que «sería una solución en la que todos saldrían ganando». Así mismo, instan a la prohibición de jugar al balón en el entorno más inmediato de la ermita, como viene ocurriendo en otros espacios de la ciudad, caso de la Plaza Baldomero Iglesias. «Podría permitirse en la zona próxima al auditorio de la misma plaza de Los Picayos, pero suficientemente alejados de la ermita», señalan. Por último, solicitan la paralización del proyecto del parque y que se tengan en cuenta las distintas alternativas para la protección de un templo que «no sólo es especial para los taniegos, sino también para la ciudad de Torrelavega».

El Ayuntamiento ha sacado a licitación la construcción del parque infantil hace unos días, contando con un presupuesto de 48.398 euros. El plazo para presentar las ofertas acaba el 23 de agosto. El concejal del área, José Luis Urraca Casal, ha indicado que será un espacio «inclusivo» y se ha diseñado para niños de 3 a 5 años. «El objetivo es dinamizar la plaza, ofreciendo elementos de ocio y juego a las familias en un lugar muy frecuentado», ha señalado el edil.

El parque tendrá 115 metros cuadrados de superficie y se articulará en torno a un elemento multijuego inclusivo, que «fomentará el descubrimiento con paneles de actividades y estimulará a los niños desarrollando la fuerza, el equilibrio, la motricidad y la coordinación».