Patrimonio autoriza el estudio arqueológico del desvío del tren

El encargado de realizar el estudio, el arqueólogo Rafael Bolado, deberá presentar un informe preliminar dentro de los tres meses siguientes a la finalización del trabajo, así como una memoria científica de los resultados y de los materiales que aparezcan, en un plazo no superior a un año. También tendrá que asumir personalmente la dirección de las labores arqueológicas de campo y llevar un inventario o registro numerado de las piezas y materiales que aparezcan, con el fin de entregarlos al museo de titularidad autonómica que determine la Dirección General.

La presidenta de Aguas Torrelavega, la concejala Blanca Rosa Gómez Morante, ha valorado muy positivamente la «celeridad» con la que se ha resuelto la autorización, solicitada el pasado mes de noviembre. La empresa municipal contrató con urgencia la realización del estudio, un trabajo de obligado cumplimiento del que ya avisó el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en 2018, cuando se hizo el informe arqueológico previo al desvío de los trenes.

Después de varias décadas de reivindicaciones, dudas, promesas incumplidas y una larga tramitación, por fin las palabras han dado paso a las máquinas excavadoras para hacer realidad el ansiado proyecto de integración ferroviaria en Torrelavega. A primeros de noviembre comenzaron las obras previas al soterramiento de la línea férrea. Concretamente, se inició la reposición de los servicios de abastecimiento de agua y alcantarillado afectados por la próxima construcción de la vía por la que circularán los trenes mientras se lleva a cabo el falso túnel. Los trabajos tienen un presupuesto de 313.244 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.

El informe arqueológico realizado hace seis años para la variante provisional, recoge toda la información relacionada con el patrimonio histórico y cultural del área de actuación, situada en el arco norte del Bulevar Ronda. Según el estudio, en la zona analizada no hay evidencias catalogadas como patrimonio cultural que deban ser tenidas en cuenta durante el desarrollo del proyecto de construcción. Los elementos conocidos previamente se encuentran relativamente alejados del trazado propuesto, por lo que «no se verán afectados». De todas formas, recomienda la prospección intensiva sobre el terreno durante las obras.