«Hemos peinado toda la zona; ya no sabemos dónde buscar»

Este jueves, el tercer día de ese operativo, las personas que encarnan la búsqueda seguían sin poder ofrecer más novedades. Han mirado en toda la zona, en los caminos, los eucaliptales, el río… Nada. «Hemos peinado toda la zona; ya no sabemos por dónde tirar, dónde buscar», reconocían este jueves en el Puesto de Mando Avanzado, en otra mañana fría en la que, sin éxito de momento, se dio orden de peinar el Saja corriente abajo y en sus dos márgenes. A pie y en canoa. El Ejecutivo regional ha cerrado este jueves el dispositivo de búsqueda en Cerrazo. Salvo novedades, no se contemplan nuevas jornadas de exploración en esta zona. Con todo, la Policía Nacional seguirá investigando y trabajando en el caso.

Todo tras otra jornada, la tercera, tan incasable como ingrata en este entorno de Reocín. El ‘anillo’ de búsqueda se ha extendido en los últimos días, pero no hay rastro de Fidel. «Ampliamos tanto la zona que se nos complica demasiado. No nos queda más que esperar», reconocía esta mañana, en el Puesto de Mando Avanzado, Javier Allende, el coordinador de este amplio dispositivo y de una búsqueda absolutamente «exhaustiva» por todo el entorno donde se le vio por última vez.

«Hemos ido alejándonos del punto, hemos revisado por todas partes... De momento terminamos hasta dar con un nuevo indicio. La labor de búsqueda está hecha», decía Allende. Entre tanto, a su lado, diferentes mandos de la Policía Nacional, Cruz Roja y Protección Civil se comunicaban por teléfono para seguir al tanto de cualquier noticia y notificar una nueva instrucción.

Sus voces al otro lado de la emisora sonaban y daban instrucciones unos minutos más tarde a orillas del Saja, a un paso de la Estación de Santa Isabel de Quijas y a través de la radio de Raúl González San Emeterio, encargado del equipo Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) y de Búsqueda y Salvamento en el Medio Acuático (BSMA), ambos de Cruz Roja. «¿Todo esto? Peinado», repetía él también, negando con la cabeza.

Mientras, sus compañeros empezaban a rastrear el río en ambas orillas, a pie, primero, y también en canoa, después. Diego Revuelta, Julio Díaz, Daniel Gómez, Beatriz López y Alberto Alegre, ataviados con sus neoprenos, entraron al agua cerca de las once de la mañana. Saldrían prácticamente al de dos horas sin una sola pista sobre Fidel.

Ahí, justo entre Quijas y Cerrazo, tres voluntarios de Protección Civil emprendían también otra jornada de batidas. La tercera. «Hemos rastreado todo», «nos hemos metido por todas partes», «nada», alternaban. Uno de ellos, Ramón Oria, vecino de la zona y con experiencia en dispositivos anteriores, corroboraba el esfuerzo del dispositivo en las últimas horas: «Desde Altamira para acá está todo peinado. Se ha mirado muchísimo, pero nada».

Viene siendo así desde el martes. Fidel Morante Gómez desapareció el sábado después de salir a dar una vuelta por el barrio, como hacía habitualmente tras la hora de la siesta. Pero en la tarde de Reyes no volvió. La Administración está a la espera de una información que pueda facilitar su hallazgo desde entonces. Fidel mide 1,70 metros, tiene ojos azules y cuando desapareció el sábado vestía pantalón gris, chaqueta negra y jersey verde. Si da con él o tiene información, llame a Emergencias (112).