Secciones
Servicios
Destacamos
Nikita Jrushchov (Moscú, 1894-1971) sentenció que «los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente, aunque no haya río» y el concejal de ... obras del Ayuntamiento de Torrelavega justificó no conseguir en plazo la finalización de un nimio proyecto diciendo que «hay cosas que son técnicamente complicadas y no tenemos ningún ejemplo a seguir». Ideas parecidas, al final, alucinantes. El equipo de gobierno municipal está a punto de cortar la cinta para poner en servicio contenedores marítimos –hipérbole de barracones– como locales de ensayo para grupos de música. Nada menos que 24 meses para llegar al final de un proceso aparentemente sencillo. Miedo da pensar, pues, en que se metan en proyectos de superior enjundia.
Además, cuando un político se viene arriba, se va de verdad, no anda con tonterías –ya se sabe que la exageración es una verdad a la que se añaden muchos ceros–, así que en abril de 2016 presentaron un proyecto «novedoso», sin referencias, avanzadilla que fue definida sin complejos semánticos como «espacio modulable, insonorizado, accesible, sostenible, creativo, reciclado e innovador». Y casi todos se mimetizaron radicalmente con la «singular idea» sin cuestionar. Al trágala se hace fácil oposición.
La «innovación» traía, pues, problemas porque no había referencias: «Hay cosas que son técnicamente complicadas y no tenemos ningún ejemplo a seguir», se lamentaba el concejal de Obras. Sin embargo, la «innovadora» idea ya había sido llevada a cabo, en 2015, en la ciudad de Sion (Suiza); el proyecto 'Le Port Franc', que convirtió en sala de música y de conciertos varios contenedores marítimos. Pero mucho antes, en 2009, Movistar instaló en la Universidad de Sevilla, dos contenedores acondicionados e insonorizados para ser utilizados por grupos para ensayar y grabar sus discos.
La idea, en 2017, se llevó a cabo, con igual fin y similar autobombo, por los ayuntamientos de Urretxu y Zumárraga (Guipúzcoa), donde se adquirieron ocho contenedores para su uso como locales de ensayo; los vecinos vascos también se fueron arriba vendiendo la idea como «proyecto piloto».
Todo eso les ha pasado porque, por ejemplo, no ojearon el arreglado 'mil anuncios' donde se ofertaba ayer mismo, en Cantabria, la venta de un container para ensayo de música «totalmente equipado y aislado tanto para temperatura como para sonido», llave en mano, ¡por 7.500 euros! De locos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.