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Muchos vecinos sienten tristeza y nostalgia cuando pasan junto a Pista Río. La popular finca, ahora abandonada, fue el principal punto de encuentro para los torrelaveguenses en la década de los 60, cuando a la capital del Besaya la llamaban la 'Ciudad del Dólar' por ... su pujanza económica. Las piscinas, el bar y la zona de baile por la que pasaron los mejores artistas nacionales de la época son ahora un bosque de maleza y ruinas en el corazón de Torrelavega.
José Ignacio Oyarbide, presidente de la asociación Diamantes Musicales, recuerda que fue un emprendedor, Benigno González Charines, quien puso en marcha la iniciativa en 1951 con el nombre de Pista Bahía, una denominación que se vio obligado a cambiar «por la coincidencia con el Hotel Bahía de Santander».
«Los mejores años de Pista Río -explica- fueron los 60 y 70. Mucha gente tenía alegría en los bolsillos y por allí pasó lo mejor de lo mejor. Las orquestas que amenizaban las fiestas eran Cubanacán y Savoy. También actuaron Julio Iglesias, Raphael, Karina, Jaime Morey... Casi todos los traía Federico Llata Carrera, que fue un grande de la radio. También tocaron grupos de Cantabria, como Los Ceros, Los Astros, Zapata, Los Galeotes...».
Pero Pista Río significaba mucho más: «Era una fiesta desde que empezaba el día hasta la madrugada, sobre todo en verano. Había tres piscinas, la olímpica, la infantil y la que utilizábamos todos, que tenía un bar tipo terraza, como los que se llevan ahora. Era una sucesión de baños, bebida, comida y guateque. Al final, algunas parejas pasaban a la acción debajo de un sauce llorón que había en una esquina». Oyarbide guarda gratos recuerdos y muchas anécdotas de una etapa en la que las pandillas de estudiantes organizaban fiestas en Pista Río. A veces lo hacían en torno a una 'sinfonola' que «tenía unos discos cojonudos».
José Ignacio Oyarbide
Diamantes Musicales
Pero después llegaron las «desavenencias» entre algunos herederos -hijos del fundador-, los cambios de nombre, el cierre, robos, varios incendios, los intentos de reapertura... Entre estos últimos destacó el protagonizado por la asociación Diamantes Musicales, que celebró varias fiestas con éxito en 2004 y 2005. «Algunos propietarios se subieron a la parra y se volvió a cerrar», recuerda Oyarbide.
Mientras crecía la maleza y el olvido en los 6.600 metros cuadrados de la finca, esta volvió a ser noticia en 2017. El Ayuntamiento de Torrelavega buscaba un emplazamiento para sus ansiadas piscinas de verano, una demanda histórica en la ciudad, y entabló negociaciones con los dueños de Pista Río, pero no hubo acuerdo: la propiedad pidió 1,8 millones y el Consistorio ofertó 500.000 euros. El equipo de gobierno (PRC-PSOE) decidió poco después construir las piscinas en el complejo deportivo Santa Ana, en Tanos, una obra que está previsto finalizar en las próximas semanas.
José Ramón Pérez
Portavoz de la propiedad
A José Ramón Pérez, que está casado con una hija del fundador, le parece «una barbaridad» que los torrelaveguenses tengan que coger ahora «el coche o el autobús» para ir a unas piscinas que «podrían estar en el centro». Según él, la predisposición de la propiedad en la negociación fue «total», pues su deseo era que los vecinos se bañasen «donde siempre lo hicieron».
Pérez recuerda que incluso le llegaron a ofrecer al Consistorio que la inversión fuese público-privada para alcanzar el objetivo, pero «no hubo ningún acercamiento». «Mi suegro, el fundador -señala-, se portó muy bien con el Ayuntamiento. Le dejó hacer todo tipo de actividades de forma altruista y nuestra oferta era más que razonable, pero parece que prefieren esa especie de jardín botánico natural en el que se ha convertido la finca».
Según el portavoz, la situación de la parcela no se resolverá hasta que concluya el proceso de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), iniciado hace dos décadas: «Ha habido contactos con empresarios de la alimentación, las residencias de mayores..., pero los inversores recelan ante la posibilidad de cambios de calificación en la finca. El dinero quiere seguridad y las oportunidades se pierden».
Pedro Pérez Noriega
Concejal de Hacienda
El concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, señala por su parte que fue una empresa de tasación la que fijó la oferta por Pista Río y que no fue mayor porque la finca tiene una serie de «condicionantes urbanísticos» que lo impiden. «Nosotros no podemos pagar lo que queramos», afirma, a la vez que indica que los «aprovechamientos» de la parcela «mejorarán» con el nuevo PGOU. Todo parece indicar que el «aumento de volumetría» facilitará la construcción de viviendas y el adiós al abandono de Pista Río.
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