El Plan General de Torrelavega avanza hacia la aprobación provisional tras superar las alegaciones

El Pleno también aprobó el documento de toma en consideración de la revisión del Plan General, que recoge las indicaciones de los informes sectoriales y las derivadas de las alegaciones. El nuevo planeamiento será sometido ahora a evaluación ambiental por parte de la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Ejecutivo autonómico.

Todos los grupos políticos votaron a favor, excepto el concejal de IU-Podemos, Borja Peláez. Según él, el nuevo PGOU sigue sin tener en cuenta grandes decisiones que afectan al futuro de la ciudad. Puso como ejemplo que continúa sin plantear medidas sobre la necesidad de hacer frente a la «crisis climática» o la de cambiar el «modelo productivo».

La concejala de Urbanismo, Jezabel Tazón, agradeció al resto de formaciones la «madurez política» que demuestran, dado que es un paso «muy importante» para conseguir el nuevo PGOU esta legislatura». La edil regionalista señaló que la ciudad bien se merece una nueva reorganización que la haga avanzar para «mejorar la calidad de vida de los vecinos».

«Cada vez estamos más cerca de hacer realidad esta herramienta que va a permitir un mejor desarrollo de la ciudad, por lo que podemos estar de enhorabuena», dijo por su parte el portavoz socialista, José Luis Urraca. «Después de casi 40 años es hora de dar los pasos necesarios para aprobar el nuevo Plan General», opinó el concejal popular Miguel Remón. También Roberto García Corona, de Vox, mostró su apoyo a un documento que la ciudad necesita «desde hace años», aunque su formación mantiene «distancia» sobre algunas «realidades» que no recoge el documento. Blanca Rosa Gómez Morante, de Torrelavega Sí, mantuvo el voto favorable a un planeamiento urbanístico que «va a marcar el desarrollo de la ciudad durante al menos las próximas tres décadas».

El equipo de gobierno (PRC-PSOE), que tiene mayoría absoluta, también logró aprobar de forma definitiva -solo PP y Vox votaron en contra- la segunda modificación del Presupuesto de este año (1,6 millones) y su financiación, después de desestimar una alegación presentada por José Otto Oyarbide, exconcejal de Urbanismo.

La oposición del exedil se basaba principalmente en considerar que el Ayuntamiento no es competente para ayudar económicamente (260.000 euros) a restaurar la iglesia de La Asunción. El Interventor municipal dejó claro en su informe que las entidades locales sí tienen competencia en estos asuntos y, además, resulta «incuestionable» el interés público de preservar «un símbolo arquitectónico de la ciudad».

El Pleno también aprobó definitivamente, con el voto en contra de PP y Vox, la modificación de varias ordenanzas fiscales de cara al próximo año. Concretamente, las que regulan las prestaciones patrimoniales públicas no tributarias por el suministro de agua; mantenimiento, conservación y limpieza de la red de alcantarillado municipal; y recogida de basuras y residuos sólidos. También en este caso se rechazó una alegación en base a los informes técnicos.