La Policía Nacional investiga las causas del incendio en el bazar oriental de Campuzano

Hay cosas en ese bazar que ardieron durante doce horas. Eso es lo que duró el operativo de los bomberos de Torrelavega movilizados hasta Campuzano, como confirmaban ayer desde el Ayuntamiento. Estuvieron trabajando contra las llamas del bazar desde las seis de la tarde hasta las cinco de la mañana, con turnos e incluso la colaboración de efectivos que en ese momento no estaban de servicio. Todo el mundo se volcó en la extinción.

Pocos dispositivos duran tanto, pero el incendio del pasado viernes en el bazar oriental fue muy exigente para los profesionales. Las llamas se propagaban a toda velocidad por los pasillos, los estantes y las paredes de la instalación, devorando todo a su paso y prácticamente sin que nadie pudiera pararlo. Hizo falta un gran dispositivo liderado por los bomberos, la policía -Local y Nacional- y la colaboración de empresarios de la zona, que facilitaron la labor permitiendo el acceso a las fincas adyacentes, para apagar la antorcha gigante en que quedó convertida la tienda durante esas doce horas.

Cabe destacar también, por su importancia a la hora de arrinconar el fuego de forma precisa y por su carácter excepcional, la intervención de la unidad de Medios Aéreos de la Policía Nacional. Gracias a los profesionales de este departamento, que volaron un dron dotado con una cámara térmica, los bomberos pudieron localizar más rápidamente los focos de calor, el corazón del incendio y los diferentes 'núcleos' que se generaron en el interior de la nave, llena de humo.

Fue un ejemplo perfecto de colaboración entre fuerzas y cuerpos de seguridad. De ahí las palabras del concejal de Seguridad, Policía y Bomberos del Ayuntamiento, Pedro Pérez Noriega, agradecido a la labor de los operarios municipales -Policía Local y Bomberos-, y también al resto de cuerpos, los empresarios y vecinos de la zona.

Muchos han merodeado la zona en las últimas horas, también los propietarios, para comprobar cómo han quedado los restos del que fuera su medio de vida. Fue un incendio absolutamente devastador. De hecho, el bazar seguía humeando ligeramente 24 horas después. Lo han podido corroborar todos esos vecinos que paseaban por la Ronda y la frontera con Cartes. Respetando el cordón, sacaban el teléfono para grabar imágenes. El tema sigue en el boca a boca.

Si se pasan por ahí, pueden verlo con su propios ojos. Las letras de la cadena Siglo, derretidas; el toldo sobre la puerta, destrozado en el suelo; el escaparate, calcinado... No se ha salvado nada, ninguno de los mil y un productos de todo tipo (textil, hogar, belleza, etc.) que solían exponerse en las estanterías de la tienda. El viernes pasado todo quedó absolutamente arrasado.

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