El proyecto para construir un monumento a los coros de Torrelavega tropieza en la contratación

El proyecto para construir un momento a los coros de Torrelavega sufre un primer revés administrativo en el marco del proceso de licitación iniciado por el Ayuntamiento hace unas semanas. Este concurso público ha quedado desierto ya que la única oferta presentada –la de la empresa José Antonio Andrés Vera–, «no se ajusta al pliego de prescripciones técnicas», según recoge el expediente. La Mesa de Contratación decide así declarar desierta la licitación, obligando a emprender una nueva licitación en las próximas semanas.

El proyecto para construir un monumento en tributo a las entidades corales es uno de los proyectos más singulares anunciados en esta legislatura. El Ayuntamiento quiere levantar esta obra en la plaza José María González Trevilla (Pequeñeces), invirtiendo en ella unos 48.400 euros –ese es el presupuesto base de licitación–. Objetivo: mostrar su reconocimiento a la actividad coral, una expresión artística muy presente y con gran calado histórico y social en toda la ciudad.

Cabe destacar, sin ir más lejos, los cien años que cumplirá el año que viene la Sociedad Coral de Torrelavega, una efeméride que celebrará con una programación de actos durante todo 2025. También pueden presumir de implantación e importancia los coros Santa María de Solvay y Ronda Garcilaso, que han superado ya los cincuenta y ochenta años de historia, respectivamente.

A todo esto se ya refirió la propia concejala de Movilidad y Urbanismo, Jezabel Tazón, hace unas semanas y tras ser preguntada por esta iniciativa. Habló de la «intensa labor artística» de estas agrupaciones y el reconocimiento que merecen debido a su trabajo y arraigo social. En ese sentido, la responsable ya se refirió entonces a la expresión de popular y la trayectoria que tienen estas entidades en la capital del Besaya. Una importancia, sin embargo, que cuenta con escasas referencias y expresiones artísticas a lo largo de la geografía torrelaveguense, como contrapuso la responsable.

De ahí esta iniciativa, cuyos detalles ya están reflejados en el pliego. La talla deberá ser figurativa, realista y capaz de captar la esencia de los grupos, y tendrá unas proporciones mínimas de dos metros de altura, cuatro de anchura y 0,75 de fondo. Además, no podrá tener un peso superior a mil kilos por metro cuadrado. Deberá ir acompañada de una placa conmemorativa de bronce con anclajes. La leyenda y el diseño final se dispondrán de común acuerdo entre el Ayuntamiento y el adjudicatario.

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