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El viejo proyecto de construcción de la piscina olímpica de Torrelavega, anunciado por el Gobierno de Cantabria en 2003, tendrá que seguir esperando un ... momento propicio para su ejecución. El Ayuntamiento no puede aportar ahora los 787.000 euros al año que requiere el mantenimiento de la instalación deportiva, según un estudio de viabilidad económica encargado por el Consistorio.
El alcalde, Javier López Estrada, explica por qué se ha llegado a esta situación: «Los tiempos han cambiado y nos tenemos que dar un periodo de reflexión porque ahora ese proyecto no puede ser la prioridad. La pandemia nos ha dejado tocados porque han bajado mucho los ingresos y hemos tenido que subir los gastos en apoyo a diferentes sectores, ayudas que suman cerca de dos millones en los últimos dos años». «No podemos someter al Ayuntamiento -añade- ni a la aportación de los 787.000 euros al año que se plantean durante 15 años, ni al riesgo de que los ingresos que se calculan vayan a la baja». Para que el proyecto no quede definitivamente aparcado, el regidor dice que van a intentar conseguir apoyo institucional externo, a través del Consejo Superior de Deportes y el Gobierno de Cantabria, para «una propuesta de alcance autonómico». «Buscaremos que salga adelante con aportación económica externa, dado que ahora tenemos otros compromisos más importantes, como el del soterramiento, para el que necesitamos consignar una partida en el Presupuesto de este año de más de 15 millones de euros», concluye López Estrada.
El Consistorio adjudicó el pasado verano a la empresa Wayedra Consulting, en 13.000 euros, el estudio económico de viabilidad para la ejecución de las obras y la explotación de la piscina olímpica con espacio multiusos que quiere construir junto al campus universitario. Parecía que el viejo proyecto volvía a resurgir.
La capital del Besaya sólo dispone de una piscina municipal. Está situada en La Lechera, es cubierta, se inauguró en 1987 y se encuentra saturada desde hace muchos años. En 2002, el entonces consejero de Cultura y Deporte, José Antonio Cagigas, anunció que se construiría una segunda piscina cubierta. Al año siguiente, su sustituto en el cargo, Javier López Marcano, apostó por un proyecto más ambicioso: Torrelavega iba a contar con una piscina olímpica (se doblaban la inversión y las dimensiones del recinto).
Las diferencias políticas no tardaron en llegar y, dos décadas después, la ciudad sigue sin la prometida instalación deportiva. La Corporación aprobó en 2018 abandonar el fallido Consorcio de Infraestructuras Deportivas de Cantabria, organismo creado por el Gobierno autonómico en 2006 para construir cinco piscinas en otros tantos municipios, entre ellos Torrelavega. Doce años de gastos y pérdida de tiempo.
Pero las cosas parecía que estaban cambiando. López Estrada dejó claro en diciembre de 2020, en una sesión plenaria de la Corporación, que el Ayuntamiento no podía hacer frente a la inversión (ocho millones), ya que la prioridad es el ansiado soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad. También confirmó que el Gobierno de Cantabria tampoco estaba dispuesto a financiar el proyecto, por lo que apostaba por acudir a la financiación privada para construir y gestionar la piscina.
Hace un año se produjo un nuevo avance. El Ayuntamiento decidió actualizar el proyecto, después de casi veinte años en un cajón. El documento contempla la construcción de una piscina de 50 metros, con ocho calles y una pasarela móvil para otras competiciones menores. Además, la infraestructura deportiva se completa con un gimnasio y servicios de ocio y restauración.
Según el estudio de viabilidad económica, el beneficio de la instalación sería «demasiado pobre» para poder ejercer atracción sobre los inversores, más aún cuando se trata de un modelo de negocio «tan variable y sujeto a la experiencia del usuario», así como a «múltiples variables externas y donde se consigue tan poco beneficio». Para garantizar la participación de operadores externos, es del todo perentorio «realizar subvención a la construcción y posterior explotación».
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Ana del Castillo
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