PRC y PSOE se quedan solos en la votación para congelar los impuestos de Torrelavega

La armonización y sobre todo el contexto en el que se produce motivó las críticas del portavoz azul, Miguel Ángel Vargas, desde la primera intervención. Partidario de una «rebaja de impuestos más necesaria que nunca», el popular manifestó que, al igual que la ciudadanía, «la Corporación tiene que hacer un esfuerzo» de cara a la época de vacas flacas que se avecina el año que viene, provocada por la guerra de Ucrania, la crisis económica y la inflación derivadas del conflicto. «Se pueden reducir los gastos», aseguró Vargas, antes de exhortar al Consistorio «a buscar nuevas fuentes de financiación».

La gestión del Ayuntamiento estuvo en entredicho durante casi todos los puntos del orden del día. Y la congelación de tasas fue sin duda una de las medidas peor aceptadas por la oposición. Por una razón o por otra. La Asamblea Ciudadana Por Torrelavega (ACPT) no se limitó a defender la «progresividad fiscal» y cargó duramente contra lo que considera una propuesta «pobre y poco trabajada», como reprochó su vocal, Iván Martínez: «Esto no va a repercutir en el bolsillo de los ciudadanos. No han traído nada».

 Una conclusión similar extrajo el concejal de Cs, Julio Ricciardiello, reflexivo a la hora de preguntarse si esta congelación ayudará o no a una mayoría de torrelaveguenses. «¿Para qué rebajamos un 1% el IBI? ¿Ayudamos a una familia? ¿Compensamos la subida del gas o la luz?», evidenció, no sin antes acusar a la coalición de sumarse al «postureo» que, en los últimos meses y según se acercan las elecciones de mayo, viene cotizando cada vez más alto en la política. Entre tanto, el naranja clasificó la medida más cerca de un «acto de buena voluntad» que de la efectividad.

Demoscopia al margen, lo que verdaderamente preocupa a los partidos y así manifestó la portavoz de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, es el impacto que esta medida puede tener en las cuentas municipales. «Puede ser un riesgo para el final de la legislatura. Habrá que apretarse el cinturón en la redacción presupuestaria», avanzó la exalcaldesa, tan indignada como el resto de miembros de la oposición con la renuncia –al menos en esta modificación– a revisar la calificación de algunas calles.

Ese es uno de los asuntos que quedan pendientes en la agenda del Consistorio y que Pérez Noriega entiende razonable abordar en los próximos años. Fue él, junto al primer teniente de alcalde, el encargado de defender la gestión de la coalición frente a lo que, en esencia, fue una enmienda a la totalidad por parte de sus rivales. «Bajaríamos más el IBI, pero, ¿cómo lo compensamos? Intentamos hacer equilibrios», alegó Pérez Noriega; «no perjudicamos a los ciudadanos ni a los servicios sociales», aportó más tarde Cruz Viadero.

Aprobada la medida, los tributos quedan así: el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) se «mantiene» en un coeficiente del 1,96 –en el 2, para los de mayor cilindrada–; el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Iivtnu) conserva el tipo del 30% que se empezó el año pasado; igual que el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), también congelado.

Uno de los temas que trajo más polémica fue la aprobación definitiva de la Ordenanza municipal reguladora del Estacionamiento Regulado Activo (ERA). El PRC y el PSOE sacaron la votación adelante, pero no se libraron de las críticas: «Insuficiente», coincidieron PP, Cs y Torrelavega Sí. En esa línea, ACPT aseguró que la medida no creará «ni una sola plaza» de aparcamiento. Al igual que Cruz Viadero, el edil de Movilidad, Jesús Sánchez, reconoció que, aunque no será un «milagro», sí favorecerá la rotación.

Otra de las noticias que dejó la sesión plenaria de ayer es la adquisición por parte del municipio de un terreno de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) en Tanos –Santa Ana, junto al campo del Tropezón–. Valorada en 171.565 euros, la operación es el primer paso administrativo para levantar un nuevo pabellón deportivo en esta parcela de más de 19.000 metros cuadrados. La compra fue apoyada por el equipo de gobierno y el Partido Popular;no así por ACPT y Ciudadanos, que se abstuvieron; ni Torrelavega Sí, que votó en contra.

El Pleno aprobó un nuevo modificado presupuestario de 536.434 euros orientado a la rehabilitación del edificio de la antigua Cámara de Comercio. Valorada en más de un millón de euros y apoyada únicamente por los miembros del equipo de gobierno, esta actuación se presentó a la convocatoria estatal de subvenciones para la rehabilitación de edificios y en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Consistorio ha solicitado una ayuda de 600.850 euros y ahora pasará a consignar el 50% de la aportación municipal, de otros 664.535. El 50% restante se consignará en 2023.